El CaixaForum se llena de oro hasta el próximo 14 de junio. La exposición 'Lujo. De los asirios a Alejandro Magno' invita a todos los zaragozanos a conocer la historia del antiguo Oriente Medio a través de los objetos más opulentos y exclusivos que fueron capaces de crear los imperios asirio, babilónico, fenicio y persa. La muestra, fruto del acuerdo entre la fundación La Caixa y el British Museum, propone un viaje al mundo antiguo «desde una perspectiva extraordinariamente próxima». «El lujo en esos años era similar en muchos aspectos a la actualidad: era personalizado, exclusivo y opulento; y, como ahora, atraía a todas las clases sociales porque ahí surgieron las primeras falsificaciones», ha destacado este jueves en la presentación la directora general adjunta de la fundación La Caixa, Elisa Durán.

La exposición recorre un episodio de la historia -entre el 900 y el 300 antes de Cristo- en el que la opulencia y el lujo definió el poder económico y político de esos antiguos imperios. Los objetos -un total de 217 piezas que pertenecen al British Museum- van desde delicadas piezas de marfil y joyas, pasando por ornamentos de mobiliario, vidrios, cerámicas y metales preciosos, hasta relieves asirios de gran tamaño. Destacan por ejemplo los que proceden de las paredes del famoso palacio de Nínive, así como las exquisitas piezas y miniaturas del tesoro del Oxus, el mejor y más importante de objetos de oro y plata de la antigua Persia.

La muestra, que podrá visitarse de lunes a domingo de 10.00 a 20.00 horas a un precio de seis euros (gratis para los clientes de Caixabank y los menores de 16 años), se complementa con varias piezas audiovisuales. Seis vídeos ayudan a conocer la forma de trabajar los materiales y se han incluido pantallas interactivas para situar geográficamente a los visitantes y aportar más detalles de los objetos. Además, se ha creado un espacio familiar y educativo donde, a partir de la representación de algunos objetos comunes de las civilizaciones antiguas de Oriente Medio, estos se podrán convertir en piezas de lujo añadiéndoles materiales y decoraciones específicas.

La exposición, que ya ha estado en Barcelona y Madrid reuniendo a más de 250.000 visitantes, aspira a ser una ventana a la historia de esos imperios «tan desconocidos» para el gran público. «La cultura de Oriente Medio tuvo un gran impacto en Europa y Occidente; por ejemplo, el alfabeto latino deriva directamente del fenicio por no hablar de las influencias religiosas», ha subrayado el comisario de la muestra y conservador del British Museum, Thomas Kiely, que ha destacado la gran habilidad artística de los artesanos de estos imperios, como demuestra por ejemplo su técnica de tallar el marfil.

La importancia del comercio

Asirios, babilónicos, fenicios y persas tuvieron en común con Alejandro Magno el propósito de extender su poder más allá de sus propios límites. Sus imperios fueron escenario de luchas incesantes, conquistas y saqueos de toda índole, pero también de un intenso comercio de materias primas, piedras preciosas y objetos manufacturados, tal y como puede comprobarse en la exposición. De hecho, toda esta zona estuvo conectada a través de miles de kilómetros, desde la India hasta la Península Ibérica, por medio de artesanos y comerciantes.

La estabilidad política y económica fue crucial para la producción de estos artículos de lujo: los reyes asirios guerrearon por construir un imperio que abarcaba desde el Mediterráneo hasta el golfo Pérsico. Su dominio reavivó las rutas comerciales y la demanda de artículos de lujo, así como más tarde sucedió con otros imperios fuertes, como el babilónico y el aqueménida.

Alejandro Magno fue una pieza clave en esta historia: ávido de las riquezas del Imperio aqueménida, fue conquistando tierras hasta que llegó a Oriente Medio. Su triunfo aportó prosperidad y refinamiento a Grecia, y dio lugar a una mezcla ecléctica de elementos culturales: la helenización.

Todos estos episodios de la historia pueden conocerse visitando la muestra. Un legado que, como ha dicho Kiely, «no conocemos tanto porque se halla muy deteriorado» fruto de los conflictos que se vivieron entonces y aún ahora en esa zona del planeta, ocasionándose «grandes pérdidas».

Con el nacimiento del lujo surgieron también las imitaciones, ya que del primero solo disfrutaban «unas élites muy limitadas». «Esas falsificaciones e imitaciones comenzaron a realizarlas los propios ricos que querían tener los originales y si no los podían conseguir, los copiaban», ha explicado Kiely.

Las primeras imitaciones

El comisario también ha indicado que había grandes cantidades de objetos en circulación y a veces era difícil diferenciar si eran originales o habían sido hechos por artesanos locales, además de que estos realizaban versiones más baratas porque la demanda de estos artículos se extendió a todos los niveles de la sociedad.

El director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós, ha apuntado que se ha organizado un completo programa de actividades para todos los públicos, con visitas específicas para personas mayores, familias y grupos escolares -ya hay inscritos más de cien-, así como un ciclo de conferencias titulado Lujo. La imagen del poder en la antigüedad, que tendrá lugar del 3 al 31 de marzo. Este viernes por la tarde a las 19.00 horas Kiely impartirá la conferencia inaugural.

Las piezas más destacadas

La exposición confirma la importancia que para muchos gobernantes del antiguo Oriente Medio llegó a tener la opulencia y los objetos de lujo. La muestra cuenta con un un total de 217 piezas del British Museum, entre las que destacan las procedentes del palacio de Nínive y el tesoro del Oxus. Pendientes, espejos, collares, paletas de maquillaje, copas, vajilla, cerámicas, baldosas, relieves... Todo tipo de objetos que confirman que la opulencia definió el poder económico y político de los imperios asirio, babilónico, fenicio y persa.

Entre otras muchas piezas destaca por ejemplo un frasco de oro para aceite perfumado en forma de pez. Un objeto hallado en la actual Tayikistán entre el 500 y el 400 antes de Cristo que demuestra que la opulencia iba más allá de los artículos materiales, aunque estos también tuvieran que ir cubiertos de riqueza. «Son piezas que nos dan información de una época en la que los lujos también eran el olor o la experiencia de la música», ha explicado el comisario de la exposición, Thomas Kiely.

Los artesanos de todos esos imperios eran expertos talladores. Trabajaban sobre todo en marfil, pero no se limitaban a ese material. Así, las conchas de almejas gigantes se adornaban para que alcanzaran la categoría de artículo de lujo. En la muestra puede verse una de ellas procedente del Mar Rojo que se utilizaba como recipiente de cosméticos. «Son piezas que están muy vigentes, en la actualidad podrían utilizarse para el mismo cometido perfectamente», ha destacado en la presentación la directora general adjunta de la fundación La Caixa, Eisa Durán.

Los huevos de avestruz, que durante el segundo y el tercer milenio antes de Cristo se consideraban un lujo en el antiguo Oriente Medio, también se decoraban, convirtiéndolos en recipientes que recordaban al marfil. Conseguir los huevos de los nidos de unas aves tan peligrosas suponía todo un reto.

La importancia del lujo en todos estos imperios se confirma en el obelisco que preside una de las salas de la exposición del CaixaForum. Sus grabados muestran a representantes de Siria y las regiones vecinas llevando tributos al rey de Asiria. En uno de los paneles le llevan muebles tallados de gran valor y en otro se pesa plata.

En la muestra también se puede comprobar cómo los objetos relacionados con la guerra se transformaron en símbolos de estatus gracias a los materiales utilizados o su decoración. El equipamiento militar, como los carros, armas o arneses para caballos, se ornamentaba más allá de su uso práctico y los objetos se convertían en muestras de prestigio. Así, por ejemplo, en la exposición puede observarse una placa de oro escita que representa la cabeza de un pájaro estilizado y que decoraba una funda de cuero de gran categoría que servía para guardar un arco y flechas, una pieza que forma parte del famoso tesoro del Oxus.

En la exposición también pueden observarse monedas de las más antiguas del mundo, procedentes de la actual Turquía y hechas de electro, una mezcla de plata y oro. También collares y pendientes de oro que confirman la opulencia de estos imperios