Todo cambió en la percepción que el cine y la televisión tenían de Batman cuando en 1989, para conmemorar los 50 años del nacimiento del personajes, DC y Warner decidieron confiar en el casi advenedizo Tim Burton la realización del filme Batman, en el que Michael Keaton interpretó al justiciero de Gotham City y Jack Nicholson a su némesis, el Joker. Aquella fue una película que buceaba por primera vez en la pantalla en la zona oscura del Hombre Murciégalo y su álter ego real, Bruce Wayne. La influencia de los cómics Batman, el señor de la noche, de Frank Miller, y La broma asesina, de Alan Moore y Brian Bolland, fue notoria en la configuración de un Batman nada pop, como el de los 60, y en la manifiesta dualidad entre el Bien y el Mal ejemplificada en la pugna entre Batman y el psicópata de la sonrisa permanente y el pelo verde: las dos caras de una misma moneda.

Antifascismo ‘pulp’

Antes del primer filme de Burton dedicado al personaje, el cine había encerrado a Batman en la categoría del serial barato en blanco y negro. El primero, Batman (1943), fue dirigido por Lambert Hyllier y constaba de 15 episodios. Interpretado por Lewis Wilson, el personaje lucía una máscara de orejas muy largas y puntiagudas, muy camp, y se enfrentaba con la organización de un saboteador japonés que había inventado un rayo capaz de convertir a los hombres en zombis. Esta aventura pulp y antifascista tuvo su continuación en Batman y Robin (1949), dirigida por Spencer Gordon Bennet.

Sobre Batman (1966) ha habido siempre una confusión. No se trata de la versión o condensado cinematográfico de la célebre teleserie emitida entre 1966 y 1968, en la que Adam West y Burt Ward encarnaron los Batman y Robin más pop y naíf de la historia y los villanos fueron actores de Hollywood en horas bajas como Burgess Meredith (Pingüino) y César Romero (Joker).

La película, dirigida por Leslie H. Martinson, era en realidad el piloto de la serie, pero permaneció oculto hasta que la primera temporada fue un éxito. Se recicló entonces en un largometraje que a España llegó en 1979, cuando solo los muy fans se acordaban de aquel delirio psicotrónico en colorines, con onomatopeyas dibujadas y artilugios a destajo.

Hasta la llegada del sombrío Batman de Burton, con canciones de Prince, un desierto. A partir de esta película, Batman se convertiría en un filón, aunque con altibajos. Burton y Keaton repitieron en la magnífica Batman vuelve (1992), una película de puesta en escena más barroca que sumó a la causa a otras dos figuras legendarias de los cómics, un trágico Pingüino (Danny De Vito) y una Catwoman (Michelle Pfeiffer) en traje de látex y presencia de serial mudo.

Solo dio para dos películas más dirigidas por Joel Schumacher, nada beneficiadas con el cambio de actor. Val Kilmer fue el protagonista de Batman forever (1995), enfrentado a Acertijo (Jim Carrey) y Dos Caras (Tommy Lee Jones). George Clooney lo sustituyó en Batman y Robin (1997).

Tendríamos que esperar a la notable trilogía de Christopher Nolan inspirada en los cómics de Tim Sale y Jeph Loeb -Batman begins (2005), El caballero oscuro (2008) y El caballero oscuro: la leyenda renace (2012)- para reencontrar, de la mano de Christian Bale, a un nuevo Batman/Bruce Wayne entre trágico y elegiaco, enfrentado a sus propios demonios mientras lucha contra el mafioso Carmine Falcone (Tom Wilkinson), Ra’s Al Ghul (Liam Neeson), Espantapájaros (Cilliam Murphy) y su toxina del pánico, Joker (Heath Ledger), Dos Caras (Aaron Eckhart) o Bane (Tom Hardy). El primer filme expresa bien la imagen primigenia del personaje, ser una idea aterradora, un concepto.

Renovación

Lastra más los filmes en los que Ben Affleck se ha puesto la máscara -Batman vs. Superman: el amanecer de la justicia (2016) y Liga de la justicia (2017), además de su cometido en Escuadrón suicida (2016)- la parafernalia visual de Zack Snyder que las limitaciones del actor. Este universo cinematográfico DC no ha funcionado como lo ha hecho el de Marvel, así que toca renovarse: Robert Pattinson está anunciado como Batman en la película que realizará Matt Reeves en el 2021.

Lo mejor de los cómics y los filmes ha sido siempre el antagonismo con sus rivales. Por eso no es de extrañar que en el 80º aniversario de la creación de Bob Kane y Bill Finger la película estrenada sea Joker, donde Joaquin Phoenix convence como el bromista criminal y su eterno rival no aparece.