José Angel Rodicio, encargado de la programación cultural de La Campana de Los Perdidos, y Alvaro Bajén, abogado, se subieron ayer por la mañana al escenario de la sala donde normalmente están los músicos. Sin embargo, ellos lo hicieron para poner de manifiesto una queja. El sábado pasado, la policía les precintó el equipo, por lo que las actuaciones musicales son imposibles de realizar. Aún así, el concierto previsto para anoche, de Javier Batanero se celebró pero en unplugged , o sea, sin amplificador. Pero el encuentro con los medios fue para anunciar que las actuaciones "quedan suspendidas, aunque continuaremos con las actividades de palabra". De hecho, mañana habrá teatro con Jaime Ocaña.

"Las relaciones con los vecinos son estupendas, cumplimos el horario, la música es tranquilo y además, el local está insonorizado", aseguró. Y es que el La Campana no tiene licencia para actuaciones musicales. El problema, tal y como ya explicó EL PERIODICO el pasado 18 de mayo, nació en 1989 cuando se abrió el bar con la intención de ser sala de conciertos pero el Cuerpo de Bomberos ordenó que se construyese una piscina, una observación que poco después se derogó, aunque La Campana, en su lugar, optó por solicitar la licencia sin música y, posteriormente la ampliación del local. Sin embargo ésta no se otorgó por ser una zona saturada de bares.

Rodicio aseguró que han recibido "el apoyo" de Cultura del ayuntamiento, aunque con quien tienen el problema es con Urbanismo, cuyo concejal "siempre está reunido y no se pone al teléfono". Los músicos que se reunieron en el local, afirmaron que la sala cuenta con su apoyo y no descartaron ninguna acción para pedir una solución. Rodicio adelantó, que, el próximo 21 de junio "intentará boicotear el Día de la Música" para que los cantantes no actúen porque "sin salas como La Campana, hoy no habría ni Carmen París ni Búnbury".