ARTISTA: Jorge Drexler

LOCAL: sala Luis Galve, del Auditorio

FECHA: jueves, 15 de abril

ASISTENCIA: 360 personas

Pasión sin límites. Eso es lo que demostraron anoche los más de 300 espectadores que Jorge Drexler reunió en la sala Galve, del Auditorio. Pasión por un artista singular, paradigma de lo que debe ser un cantautor (un trovador, si prefieren) en el siglo XXI: alguien que escribe cosas con sentido, y las dice sin renunciar a los medios de expresión de su tiempo. El uruguayo (residente en España desde hace varios años) vino a presentar Eco , su disco más reciente, y vaya si lo presentó: prácticamente cantó todas las canciones que lo conforman.

Y lo hizo con estupendos músicos. Una formación que incluye, guitarras, batería, bajo, cello, violín, teclados, samplers y electrónicas varias. Lo hizo, todo hay que decirlo, batallando (la misma monserga de siempre, sí) contra la acústica de una sala excelente para la música clásica, pero inadecuada para albergar instrumentos electrificados (algún espectador le pidió que tocase desenchufado ).

Abrió el concierto con la pieza que titula su nuevo álbum, a la que se siguieron otras de ese disco (Transporte; Deseo; Todo se transforma; Se va, se va, se fue; Guitarra y voz ) y canciones de trabajos anteriores (De amor y casualidad , Crece y La edad del cielo ). Trazó así la primera parte de su actuación, en la que observamos un programa bien armado para el directo, pero poco rodado; y en consecuencia, unas canciones que no respiraban con fluidez, y a un Drexler algo constreñido

Empezó a soltarse la melena en el set acústico que ofreció a continuación (armado sólo con su guitarra), donde lanzó Milonga del moro judío, Causa y efecto y Horas . Lo mejor vino después, con canciones a las que Drexler y la banda tienen bien pillado el cuerpo: Aquellos tiempos, Tamborero , la soberbia El pianista del gueto de Varsovia , Sea ... Y con idéntica soltura abordó los bises.

O sea, que a Drexler sólo le falta tiempo para lograr un directo redondo. Tiene canciones excelentes, músicos solventes y actitud. Tiempo y una sala apropiada.