En plena guerra mundial, la segunda, Robert Capa apostó por la fotografía en color y tuvo que «luchar mucho» para que alguna se la publicaran. Era muy lento y, sobre todo, muy caro el revelado y «las revistas no tenían mucho dinero» por lo que en 1943 volvió al blanco y negro aunque, cuatro años después, volvió al color y, aunque lo siguió combinando con el blanco y negro, ya nunca lo abandonó. «Robert Capa está siempre atento a las innovaciones tecnológicas y en reinventar la fotografía. Capa hoy habría estado en Instagram y trabajando con su iPhone. Era muy consciente de los cambios», explicó Cynthia Young, la comisaria de Capa en color, la exposición que hoy se inaugura en CaixaForum Zaragoza donde estará abierta hasta el 9 de septiembre. Young estuvo acompañada por la directora de exposiciones de la Fundación La Caixa, Isabel Salgado; y el director de CaixaForum Zaragoza, Ricardo Alfós.

La muestra, que contiene más de 200 fotografías publicadas, comienza con las cuatro primeras que vieron la luz en la revista Life en 1938 y continúa «hasta su muerte en Indochina en 1954», relató Young, que dejó claro que la principal diferencia entre las fotografías en blanco y negro (las más famosas del autor) y las de color «es de contenido». «Antes de la guerra, sus imágenes eran historias políticas con el objetivo de informar y educar y estas en color no tienen esos tintes políticos, refleja el estilo de vida de la gente, historias personales y de las celebridades... No es que cambie el medio sino el mundo que representaba porque cambia su compromiso con él»,

SENTIDO DEL HUMOR / Eso sí, lo que no abandona nunca a lo largo de su trayectoria, es el sentido del humor, señaló Young: «En todas sus fotografías en color, se ve su humor propio con situaciones que es cierto que no se traducen tan bien en blanco y negro, la absurdez de ciertas actividades en el resort, en los Alpes... todo con un tinte lúdico muy importante que es lo que le da la valía a las instantáneas».

La exposición se completa, además, con un documento único, una grabación radiofónica que contiene una entrevista a Capa, «la única conservada en la que explica cómo se construye una historia», explicó Salgado, y que fue parte de la promoción del reportaje que hizo en la URSS que dio lugar también al libro de John Steinbeck. Y es que una de las características del trabajo de Capa «es que cuando hacía los reportajes, en los que se vendía como fotógrafo y como periodista, ya los tenía vendidos. Es decir, antes de ir a hacer sus reportajes ya sabía dónde se iban a publicar, lo que le daba seguridad».

Ese viaje a la URSS en la década de los 50 es solo una pequeña parte de la magna exposición que contiene 16 apartados (Segunda guerra mundial, Estados Unidos, URSS, Picasso, Hungría, Marruecos, Israel, Noruega, Deauville y Biarritz, Roma, Esquí, París, Generación X, En rodaje, Londres y Japón e Indochina).

En las diferentes secciones, junto a las fotografías que muestran desde los marines británicos viendo un combate de boxeo a bordo de un buque de guerra camino del norte de África hasta las fotos en Noruega de 1951 y de los Juegos Olímpicos del año que siguiente sin dejar de lado instantáneas de famosos de los que se rodeó como Ava Gardner, Truman Capote, Jennifer Jones,Humphrey Bogart y Peter Lorre, entre otros muchos. Además, junto a las fotografías, se recogen ejemplares de revistas como Life o Illustrated así como documentos personales que incluyen cartas y telegramas dirigidos a periodistas o directores de las revistas e incluso a amigas con las que hablaba de las dificultades que se encontraba con el color a la hora de hacer sus fotografías.

Una de las características de Capa es que trabajaba solo «y no le gustaba hacerlo con gente, por eso -explicó Cynthia Young- no se prodigó con los trabajos de moda, que además no se le daban muy bien, o incluso en los propios rodajes de cine. Para él, había demasiada gente para hacer el trabajo». Y eso que Robert Capa no solo abrazó el color sino que «animaba constantemente a sus compañeros y a las revistas a que lo usaran y es que trabajó mucho para mantener su visibilidad como fotógrafo».

Para Isabel Salgado, la característica principal que acompañó a Capa a lo largo de toda su historia es que «era un gran contador de historias y esta exposición es la historia inédita de cómo Capa usa el color en una época de gran periodismo ilustrado y cómo se introduce el color en nuestras vidas». Y es, sobre todo, una muestra en la que «se pueden ver imágenes por primera vez desde que se han descubierto recientemente», concluyó Salgado antes de que Young explicara que «la reproducción de estas fotografías ha tenido una complejidad técnica por lo que estamos hablando de una exposición del siglo XXI».