LUGAR DE NACIMIENTO MATARO, 1970

TRAYECTORIA ESTUDIO DERECHO, TRABAJO EN EL ´DIARI DE BARCELONA´. TAMBIEN EN ´EL MUNDO´.

PREMIOS LITERARIOS CIUDAD DE ALCALA DE NARRATIVA (1995), A. M. MATUTE DE CUENTOS (1998), ATENEO JOVEN DE SEVILLA (1999), EDEBE (2002), ALFONSO COSSIO DE CUENTOS (2003) Y EL GRAN ANGULAR (2004).

PRESENTACION LA AUTORA PRESENTO SU OBRA ´LOS OJOS DEL LOBO´ ESTA SEMANA EN EL CORTE INGLES.

--´Los ojos del lobo´ (Premio Gran Angular 2004) se basa en la desaparición y muerte de la joven Sonia Carabantes. ¿Se sintió usted muy afectada por esa historia?

--Me afectó mucho. Más que otro asesinato porque acababa de nacer mi hija y ahí las hormonas tenían algo que ver. La génesis fue curiosa. Yo tengo la costumbre de empezar una novela todos los 1 de agosto. El año pasado era el que nos estábamos friendo de calor. Para contrarrestarlo me puse a leer rusos del XIX y del XX, con el frío como protagonista. Empecé a escribir una novela de rusos, un triángulo amoroso. Pero pasó lo de Sonia Carabantes y le dí vueltas hasta dejar lo que estaba haciendo. Y me puse a escribir esto.

--¿Una buena historia es suficiente para ponerse a escribir?

--Yo necesito dos cosas para sentarme a escribir: El narrador y la forma. Esta novela tiene tres partes. La primera, narrada en segunda persona, es una breve introducción dividida en cinco pequeñísimos. Plantea los puntos de vista de los protagonistas más directos. De Luque, de su amiga íntima, de su madre; de Estrella, que es una adivina (un personaje clave); y del malo, el primero de los tres secuestradores. Es una introducción que se llama El acecho .

--¿Y el narrador?

--En la primera parte dejamos a la chica subida en un coche inconsciente, porque la han golpeado y se la llevan. Y empieza entonces la parte central que es la búsqueda desesperada de toda su gente: Los que la conocen más, los que menos; los que la quieren, los que no; todos. En esta parte central que se llama El Rastreo , intervienen 80 personajes. El narrador omnisciente deambula por las mentes de todos los personajes. No se está quieto. Lo sabe todo, lo ve todo..., al médico forense, a la amiga... Vuela de una ciudad a otra muy lejana... Es un narrador arriesgado. Nunca había tenido uno así. Esa es la parte de la historia que más me interesaba. Se cuenta no desde la perversidad del malo, sino desde la desazón del bueno.

--¿Cambia el registro en la tercera parte?

--La tercera parte es otra vez la voz del tú, una segunda persona, y es la chica con sus captores y el desenlace de la historia.

--¿Habla la chica?

--No. Habla un tú que es una voz muy arriesgada en narrativa, que se hace poco. Estuvo muy de moda en el siglo XIX francés y se ha usado poco. Es una voz atrevida. Estoy interpelando a un personaje y no se sabe bien quién habla. Es muy próxima, sirve muy bien para algunas cosas, pero es arriesgada.

--¿La terminó en un mes?

--No. Me costó bastante más tiempo. Se reían de mí porque siempre estaba terminando la novela. Hay un epílogo final que creí necesario. Una relación alfabética de todos los personajes. Ahí me demoré bastante.

--¿Le sirvió su condición de periodista en esa forma de ir a los hechos?

--Ser periodista me influyó quizá en el interés por el tema. Porque eso está en todas mis novelas, en que la noticia está presente siempre. Pero no es un reportaje. Es una novela, una obra de ficción ¿vale? Yo parto de una espoleta, de un momento en que pienso: bueno, aquí hay una novela. Eso es todo.

--Hay que hablar, entonces de sentimientos

--Es lo que me interesaba. Pero también en todas mis novelas. A mi me interesa de una novela que me emocione. También que la voz narrativa me fascine, que esté bien escrita... Pero, sobre todo, que me emocione.

--Y el escenario?

--El escenario, menos. La descripción no tiene sentido ya. En el tiempo del cine no me voy a poner a describir páginas enteras. Quiero mostrar, y a través de lo que muestro, que cada cual imagine.

--¿Esta novela supone un paso adelante en su literatura?

--Sí. Yo veo más los defectos que las virtudes. Pero sí veo que los personajes tienen más calado psicológico, por ejemplo. La novela es un género de madurez. Cuanto mayor te haces más capaz te ves de profundizar en ese campo. Y a escribir se aprende escribiendo. Hay mucho de técnica. Creo que soy rápida gracias al periodismo, el secreto está en dosificar la información de manera que al lector le quede siempre la duda sobre qué va a venir. Eso hay que aprenderlo. Pero esta novela es más psicológica que de misterio o de acción.