"El mobbing, o acoso laboral, es un problema sobre el que la legislación española ha pasado por encima muy de puntillas. En el libro se plantean las dificultades que tienen los jóvenes para encontrar trabajo justo ahora, que poseen un bagaje cultural que nunca conocieron las generaciones anteriores". Este es, grosso modo y en palabras de la autora, el argumento de Danza de máscaras , la primera novela de Carmen Bandrés Sánchez-Cruzat, que ayer fue presentada en la Biblioteca María Moliner.

Danza de máscaras retrata la vida de Elena, una joven soriana que, tras enviar su currículum a diversos lugares, encuentra trabajo en Mallorca, adonde acude para iniciar una vida propia y donde será sistemáticamente humillada en su puesto laboral. Por ello, deberá sobrevivir sola ya que nadie la va a ayudar.

La novela se salpimenta con otras vivencias subyacentes, como el amor o la lucha por alcanzar la armonía entre las ilusiones de la joven y una sociedad que la mide por lo que tiene y no por lo que es.

SENTIDO DE LA JUSTICIA

La periodista Ana Rioja, quien también participó en la presentación del libro, enfatizó el "sentido de la justicia" de Bandrés. "Carmen es una mujer muy entrañable en el trato, inquieta y curiosa, que suele afirmar que escribe, luego existe. En su obra ahonda en cuestiones como el valor de la familia, la superficialidad de la sociedad y la ambición, que hace que la protagonista vea tambalear sus principios".

La autora, colaboradora de EL PERIODICO desde 1991, destacó la importancia del acoso laboral en la sociedad actual: "Es un tema del que se habla, pero no lo suficiente. En esta obra he intentado enfocarlo desde el punto de vista de una joven licenciada, pero se puede dar en cualquier persona".

De este modo, Danza de máscaras retrata de una manera muy gráfica y a través de sus 185 páginas el mobbing , que se ceba en Elena, la protagonista. Escrito en primera persona, el libro es de "muy fácil lectura", tal y como definió Rioja, y "engancha desde el primer momento", haciendo que se pueda leer "de un tirón" gracias a una literatura "cuidada, sencilla y amena".

Aunque ésta es su primera novela, Bandrés, que "vive para escribir", continuando con el sucinto perfil que Rioja hizo de la escritora, tiene un prolijo pasado vinculado a la escritura. No en vano obtuvo el primer premio en el Certamen Internacional de Relatos Breves de Asturias, así como que también colaboró con diversos periódicos.