Goya se caracterizó por retratar como nadie los usos y costumbres de sus contemporáneos. Desde la pomposidad de los hombres y mujeres de la corte, rodeados de sedas y dorados, hasta la marginalidad y el sufrimiento del pueblo llano. Ahora, la pintora Carmen Pérez-Ramírez ha querido rescatar una parte de su obra, concretamente a las mujeres, a las que el genio aragonés incorporó en su obra en muchas situaciones. El resultado de este trabajo es la exposición L´espirit d´elles en la obra de Goya, una colección de más de una veintena de cuadros y collages que se podrá visitar en la galería de arquillos del Palacio de Sástago hasta el próximo 2 de septiembre.

«He pretendido rescatar el trabajo de Goya respecto a la mujer para que sea visible. A pesar de que sus obras se pintaron en el siglo XVIII, el discurso sigue siendo muy actual, dijo Pérez-Ramírez ayer antes de la inauguración de la exposición, que ha organizado la Diputación Provincial de Zaragoza.

Según desveló Desiree Orús, presidenta de la Asociación Aragonesa de Críticos de Arte, para la realización de estas pinturas, la artista ha tenido que hacer un trabajo previo de documentación «muy complicado», dada la gran cantidad de obras de Goya con representación femenina y la complicación de «seleccionar».

Finalmente, Pérez-Ramírez decició estudiar las series de grabados los Caprichos y los Disparates, así como los frescos de la capilla de San Antonio de la Florida en Madrid, a los que la pintora ha tratado de forma diferente. Por una parte, hay una serie de lienzos que representan a través de la figuración el empoderamiento de la mujer en los contextos aristocráticos y religiosos que Goya utilizó. Por otra parte, también se exhiben una serie de collages pintados que tratan de «reflejar la condición humana».

Estos collages, que reinterpretan los grabados goyescos de forma crítica con con respecto a las mujeres, llevan a los visitantes a situaciones actuales, como el miedo de la mujer al caminar sola por la noche o la falta de libertad que la sociedad prevé para la mitad femenina del mundo.

«Carmen ha sido muy valiente porque hay muchos otros artistas que se han metido en la obra de Goya y han salido escaldados», afirmó Orús, que también resaltó la vigencia del discurso que Goya, de una forma diferente, comenzó a construir. Ahora, todos aquellos y aquellas que se muestren dispuestos, pueden visitar esta nueva visión que aporta la mirada de Pérez-Ramírez.