ARTISTA Dorian Wood presentando 'Rattle & Rattle', su nuevo disco

CICLO Bombo y platillo

LOCAL Centro Cívico Delicias

FECHA domingo, 26 de enero

ASISTENCIA 180 espectadores

Hace casi dos años Dorian Wood, nacido en Los Ángeles de padres costarricenses, aterrizó en Zaragoza para ofrecer en La Lata de Bombillas un singular concierto formando parte del trío ocasional Beards & Tongues (con el madrileño Sef y el londinense Nathaniel Robin Mann). El domingo, Dorian (piano y voz) volvió a la ciudad para presentar, sin los barbudos, pero bien acompañado por Leah Harmon (acordeón y voz), Javier Muñoz (bajo) y Marcos Junquera (batería), Rattle & Rattle, su tercer disco, dentro del atractivo ciclo Bombo y platillo.

Con un planteamiento sonoro menos rabioso que el del álbum pero igual de perturbador, Dorian facturó un concierto musicalmente intenso y emocionalmente arrebatador. En Dorian, maestro en el arte de la bastardía, colisionan el blues, el pop, el gospel, el folk y algunas fuentes rítmicas más, en una epifanía gozosamente transgenérica. En, además, un cantante excepcional y un desacomplejado traficante de sentimientos: "He sido una puta hasta las lágrimas", confiesa en una de sus canciones; y en otra: "La fe es incómoda cuando te cortan las manos y los pies".

Wood, deudor de intérpretes como Scott Walker, Nina Simone, Nick Cave y Tom Waits, amasa su propuesta con el material del que están hechas las pesadillas: asuntos incómodos que trata con sutileza o con descarada literalidad. Si hacemos caso a su propia definición lo suyo son "canciones tristes". Sí, pero en cualquier caso, de una tristeza balsámica o, si se prefiere, de una oscuridad catártica. En Delicias, además de las canciones de Rattle & Rattle, retomó piezas de Bolka, su primer disco, e hizo una sugerente recreación de The House Of The Rising Sun.

El mencionado Sef, folclorista "fascinado por los instrumentos pequeños y la noción de intimidad", abrió la velada con garbo y brillantez.