Rebuscar en los archivos del franquismo puede deparar alguna fétida sorpresa. El ilustre Premio Nobel de Literatura Camilo José Cela era ayer acusado a toda página por el diario británico The Guardian de haber espiado para la dictadura de Franco y de haber traicionado a escritores e intelectuales disidentes en la década de los 60.

El diario londinense, a través de su corresponsal en Madrid, Giles Tremlett, se hacía en realidad eco de unos documentos encontrados por el historiador Pere Ys s, de la Universidad Autónoma de Barcelona, de los que da cuenta en su más reciente libro, Disidencia y subversión. La lucha del régimen franquista por su supervivencia (1960-1975) , que acaba de llegar a las librerías.

Un informe interno del Ministerio de Información redactado el 17 de octubre del año 1963 y hallado por Ysás en el archivo general de Alcalá de Henares revela que Camilo José Cela, que era miembro de una asociación de escritores disidentes y director de una revista supuestamente antifranquista, estuvo informando al régimen sobre las actividades de otros escritores y académicos. El informe, cuyo destinatario era el entonces ministro de Información y Turismo Manuel Fraga, recoge, entre otras cosas, unas sugerencias de Cela tras su participación en una reunión de escritores españoles.

El novelista gallego, fallecido hace dos años, acusaba de pertenecer al ilegal Partido Comunista a 42 de los 102 firmantes de una carta de protesta contra la brutalidad empleada por la policía para reprimir una huelga de mineros en Asturias. El propio Cela era uno de los firmantes y aseguraba que muchos de los signatarios de la carta eran "totalmente recuperables" para el régimen si se les incentivaba "con la publicación de sus obras o mediante sobornos", según consta en el informe enviado a Fraga.

AUTORES ´RECUPERABLES´

El escritor sugería que las autoridades debían intentar captar a Pedro Laín Entralgo, quien llegaría a ser director de la Real Academia Española, ya que tenía un carácter "más débil" que otros compañeros de disidencia. Entre estos intelectuales recuperables señalaba también, entre otros, a Vicente Aleixandre, José Bergamín, Antonio Buero Vallejo o Gabriel Celaya.

A tenor de estos consejos de Cela, el informe recomendaba la creación de un fondo de reptiles de 20 millones de pesetas.

Lo descubierto por Pere Ys s sugiere que fue el propio Camilo José Cela quien se ofreció voluntariamente a colaborar con el mismo régimen que censuró algunas de sus obras. The Guardian subraya que las nuevas revelaciones reavivan la controversia sobre el Nobel de Literatura español. "Cela es un carácter complejo --declara Ys s-- y en algunos momentos de su vida parece haber jugado con todas las cartas de la baraja".