El diestro César Jiménez fue el indudable triunfador de la corrida de toros que se celebró ayer en Teruel como último festejo de abono. El diestro salió a hombros tras cortar dos orejas al buen quinto de la tarde. También Antón Cortés obtuvo un trofeo.

Se lidiaron cuatro toros de Alcurrucen (primero, segundo, quinto y sexto) y dos de Lozano Hermanos (tercero y cuarto), desiguales de presentación, mansos y nobles en general. El quinto destacó sobre el resto. La plaza registró dos tercios de entrada y saludó tras banderillear al quinto El Chano.

Antón Cortés: ovación y una oreja.

César Jiménez: ovación tras aviso y oreja tras aviso.

Matías Tejela: silencio y silencio.

Antón Cortés comenzó gustándose con la muleta en el que abrió plaza, una res mansa y noble, pero todo se vino abajo tras perder la muleta en la tercera tanda. La faena ya no se enderezó. Una fácil oreja cortó en el quinto tras una faena de entrega, pero de poco lucimiento y en la que fue cogido sin consecuencias al perder la cara al toro a la salida de una serie.

César Jiménez comenzó la labor de muleta de su primero de rodillas para luego salir a los medios, un terreno poco propicio para un manso y por ello el resto fue un ir detrás del animal. Gustó al público Jiménez en el quinto, un gran toro por el pitón izquierdo y al que cortó dos orejas tras una labor de muchos pases y rematada de un bajonazo y descabello.

Tejela nada pudo hacer con el inválido primero y con el sexto, una res a la que le costaba embestir por el pitón derecho. El torero no pudo hacer otra cosa que poner voluntad, algo que no fue suficiente.