Tiene 25 años y lleva más de diez entre rimas y bases. Raquel Vallejo Flores, conocida artísticamente como Chata Flores, se ha convertido en la principal referencia del rap femenino en Aragón. Con más de 50 conciertos a sus espaldas, ha actuado en casi todas las grandes ciudades españolas y sus seguidores en las redes sociales se cuentan por miles. La zaragozana se sube este jueves al escenario del Centro Cívico Delicias, una cita a la que acudirá también El Momo y para la que ya se han agotado todas las entradas.

En el concierto, el primero que Chata Flores ofrece desde antes de la pandemia, se podrán escuchar muchos de los temas que conformarán su primer disco, un elepé que está confeccionando actualmente junto a Gordo del Funk y que saldrá a la luz el próximo año. Aunque ya lleva tiempo subiendo canciones a sus redes y a YouTube, 'Chata o Plomo' será la carta de presentación oficial de la rapera zaragozana, quien ha logrado un sello inconfundible al fusionar rap, reggae y hardcore: «Desde siempre me había gustado el reggae puro, así que me dije, ‘¿por qué no voy a mezclar todos los estilos que me apasionan?’».

Los últimos temas que ha lanzado son mucho menos hardcore y en ellos apenas aparecen el bombo y la caja, pero asegura que esto no es una pista de por dónde irá su música en un futuro. Más bien al contrario: «Me gusta probar cosas nuevas y también depende un poco de la etapa que estoy viviendo en ese momento, pero por supuesto que volveré al hardcore porque es con lo que he crecido y con lo que empecé».

La mujer fuerte y poderosa será el eje central de su nuevo disco. Porque Chata Flores cuenta lo que le sale de dentro. Desde siempre. «Empecé a escribir a los doce años como una vía de escape y de desahogo ante algunos problemas familiares y ya nunca he parado», subraya la rapera, que siempre ha roto con todos los estereotipos de género.

Sus primeros flirteos con el rap llegaron por su hermano, seis años mayor que ella, y escuchando a Violadores del Verso en el coche de su madre. Poco a poco le fue picando el gusanillo del ritmo y comenzó a improvisar en las plazas del barrio San José, donde también hacia 'breakdance'. Y así siguió unida de forma constante al rap, cogiendo bases en YouTube y soltando rimas sobre ellas. Hasta hace dos años, cuando empezó a tomárselo más en serio y a salir fuera de Zaragoza. «La verdad es que no he sido perseverante en nada en mi vida salvo en esto, porque es algo que me nace de dentro», explica Chata Flores, que ha vivido a caballo entre San José, Torrero y Santa Isabel.

Así, hace dos años comenzó a tener bolos fuera de la ciudad y a aparecer en los carteles junto a grandes de la escena como Rapsusklei o Shotta. «Estoy muy contenta de lo que estamos consiguiendo; al final ha sido la gente la que ha hecho que yo esté aquí», indica la rapera, que ya supera las 200.000 reproducciones en su canal de YouTube.

Por supuesto, sueña con dedicarse plenamente a su pasión mientras la compagina con otros trabajos: «Sé que es muy difícil, pero yo voy a seguir luchando por ello». Ahora solo espera volver a subirse de forma más frecuente a los escenarios y confía en poder presentar como se merece su primer disco. «Ojalá la pandemia ya nos dé un respiro para entonces».

'Chata o plomo' incluirá «12 o 15 temas» y contará con colaboraciones de otros artistas, aunque la rapera prefiere no desvelarlas por el momento. La zaragozana se muestra encantada de estar trabajando con el Gordo del Funk, una institución del mundo del rap en la ciudad que está dando al disco «un toque muy guapo», destaca Chata Flores, que ha logrado un buen equilibrio entre humildad y ambición: «Me gusta que me digan eso de referente del rap femenino en Aragón, lo mío me ha costado».

A lo largo de estos últimos años, en sus directos de Instagram todos sus seguidores se han enganchado a su característica forma de cantar, que, en ocasiones, y de forma inevitable, recuerda a grandes nombres como Rapsusklei o Morodo. Entre sus referentes, muchos de la vieja escuela, asegura, y nombra a algunos como Wu-Tang Clan o los propios Violadores. «Me gusta mucho Keny Arkana», apunta. Sin duda, la rapera francesa es una buena luz en la que fijarse. Por cierto, la zaragozana ya sabe lo que es actuar en Francia. Lo hizo en Toulouse en su primera experiencia fuera de España.

Este jueves, en el Centro Cívico Delicias no habrá tanta gente debido a la pandemia, pero seguro que la rapera demuestra con creces por qué es una de las grandes promesas de la escena zaragozana. Le acompañará El Momo, un MC consagrado cuyo disco 'Sueños reales' consiguió ser el año pasado el disco aragonés del 2019.