"Hoy le rendimos homenaje a Pablo Neruda, al poeta, al político, al orador, al memorioso, al que reinventó la historia de América", dijo ayer emocionado el presidente chileno Ricardo Lagos en el acto central de la semana nerudiana con la cual se conmemoró el nacimiento del Premio Nobel de Literatura de 1971.

Durante una ceremonia realizada bajo la lluvia en la plaza de Armas de Parral, el pueblo ubicado a unos 300 kilómetros de Santiago donde nació Ricardo Eliecer Neftalí Reyes Basualto --el verdadero nombre del autor de Residencia en la Tierra --, el presidente Ricardo Lagos aseguró haber llegado hasta allí para rendir también tributo "al senador, al embajador, a un hombre que siempre fue fiel a los ideales de cambio y se comprometió en ello".. Lagos aprovechó la circunstancia para destacar la importancia de Neruda en la cultura de Chile y del mundo entero, así como la necesidad de que los homenajes venideros no sean mera retórica. "Si así lo hacemos, Pablo Neruda seguirá en el corazón de todos los chilenos y Pablo Neruda, desde Chile, le seguirá hablando al mundo", agregó.

EL RECUERDO DE ALLENDE

Frente a 300 invitados especiales y la entusiasta población de Parral, el escritor argentino Ernesto Sábato, de 93 anos, evocó la figura del poeta y recordó de paso a Salvador Allende, "un presidente que ofrendó su vida para no abandonar a su pueblo". Los participantes en el acto habían llegado horas antes a Parral a bordo del Tren de la poesía , formado por ocho vagones especialmente decorados con elementos alusivos a la obra de Neruda.

La comitiva incluyó, además de Sábato, a los escritores Thiago de Melo (Brasil), Ernesto Cardenal (Nicaragua), Antonio Skármeta (Chile) y José Emilio Pacheco México). Sábato, a pesar de su edad, fue uno de los que se mostró más entusiamado con la celebración. Hizo todo el recorrido por la estación hasta el primer vagón apoyado en una asistente y no dejó de saludar a quienes iban a su encuentro.

"Tuvimos un recibimiento precioso. Ha sido muy importante que el Gobierno de Chile presida esta celebración", dijo el cantante Angel Parra, hijo de la legendaria poeta y compositora Violeta Parra. Lagos se había sumado al tren 80 kilómetros antes de llegar a Parral.

Horas antes, había dejado inaugurado frente a La Moneda, la sede presidencial, una obra alegórica a la efeméride de unos 200 metros. Se trataba de un gran corazón rojo armado con manzanas y en cuyo interior figuraba escrita la palabra Neruda con letras verdes. La obra fue creada por un grupo de artistas plásticos encabezados por José Balmes, uno de los catalanes sobrevivientes del Winnipeg --el barco que Neruda fletó en Francia para salvar a republicanos espanoles al final de la guerra civil-- y que en Santiago se convirtió en una de las grandes figuras de la plástica chilena. Balmes, Premio Nacional de Pintura, fue amigo personal de Pablo Neruda y de su primera esposa.

Al final de la jornada, el presidente Lagos, acompañado por los invitados internacionales, cerró en la Estación Mapocho de Santiago las actividades de la semana nerudiana , un programa de celebraciones que ha contado con unas 600 actividades, entre conciertos, exposiciones, películas y conferencias.

En este marco, el mexicano José Emilio Pacheco fue galardonado con el recién instituido Premio Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda, dotado con 30.000 dólares y un diploma.

Muy pocos políticos se quisieron perder el festejo. Hubo presencias en otro tiempo impensadas, como representantes de la oposición de derechas. El senador Hernán Larraín dijo al respecto: "El reconocimiento que él ha tenido nos hace sentir orgullosos de ser chilenos", subrayó como homenaje a este autor imprescindible.