AUSENCIA CONVOCADA

AUTORA Gema Rupérez.LUGAR

Galería A del Arte.FECHA

Hasta el 22 de noviembre.Ciengramitos se llamaba a las cartillas de racionamiento consistentes en varios cupones que indicaban la cantidad de los alimentos. Había tres clases de talonarios que, a su vez, eran de dos tipos: uno para la carne y el otro para el resto de mercancías. Cada persona tenía derecho a la semana a 125 gr de carne, 1/4 de litro de aceite, 250 gr de pan negro, 100 gr de arroz, 100 gr de lentejas, un trozo de jabón y tabaco. Para los niños leche y harina, y 250 gr de pan a los miembros del ejército franquista. Y así desde el final de la Guerra Civil hasta 1953. Además de rancias, las lentejas estaban llenas de piedrecillas que las madres, con la ayuda de abuelos y niños, se afanaban en limpiar de manera concienzuda. Aquellas madres hoy abuelas lo recuerdan bien, y las hijas de aquellas madres también.Gema Rupérez (Zaragoza, 1982), nieta de la generación de posguerra, elige las lentejas para su instalación Lens Culinaris: una posición crítica ante las graves consecuencias de la actual situación económica. Una lenteja por cada persona sin trabajo en España se convierte en un enorme montón de lentejas extendido en la zona más recóndita de la Galería A del Arte; lo que no significa que esté escondida, como sucede con los datos y perspectivas de futuro de la realidad económica española, sino todo lo contrario ya que el resto de las obras en exposición activan el camino que conduce al espectador directamente hacia ella, animándolo a contemplarla subido a un escalón desde el cual la visión es tan cruda como la realidad. La alta concentración de nutrientes de las lentejas y su fácil producción, motivaron la elección del alimento para realizar la obra; pero las lentejas están tan enraizadas en nuestra historia que no tardaron en saltar todas las alarmas en los responsables políticos de cultura de la Diputación Provincial de Zaragoza. Los amos del laberinto decidieron, en su ignorancia artística, que el público no entendería el proyecto de instalación Lens Culinaris que Gema Rupérez había presentado, como becaria de la Casa de Velázquez, para el refectorio del Monasterio de Veruela. Razón por la cual, rechazaron la propuesta. Demasiados miedos y fantasmas.Rompió el silencio la Galería A del Arte cuando dispuso adelantar las fechas de la exposición comprometida con Gema Rupérez. Ausencia convocada da título a la secuencia de obras sobre papel, objetos y vídeo que, ya hemos anotado, configuran un escenario de reflexión dirigido a evidenciar los peligros que amenazan al individuo, socavan el orden social y sus fundamentos de solidaridad hasta dejar sin contenido el término comunidad, con la connivencia del poder del Estado.En sus obras Gema Rupérez expresa la incertidumbre, precariedad, desprotección y vulnerabilidad de la

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