La presidenta de la Asociación de Mujeres Cineastas (CIMA), Cristina Andreu, dijo ayer que el mayor problema de las cineastas, a las que la nueva Orden ministerial de ayudas discrimina positivamente, es que lo logrado a ese respecto «no es suficiente», porque aún están fuera de los grandes presupuestos.

Aunque lo que recoge la Orden, cuyo texto publicado ayer en el Boletín Oficial del Estado, es lo que se acordó con el gobierno anterior, Andreu declaró que las mujeres cineastas siguen pensando que hay que pedir «más», aunque entienden que «esto es un primer paso» en positivo.

Según señaló, el agobio de las mujeres cineastas viene más por «la falta de dinero que por el hecho de que la orden haya tardado o que haya una o dos convocatorias», ha dicho Andreu, porque al final «el dinero que se reparte es muy poco».

Por su parte, el productor madrileño Enrique López Lavigne admitió que piensa que esta nueva orden reguladora ocasionará, cuando se ejecute, «injusticias» y «situaciones embarazosas» y que está mal planteada.