Traten de recordar la última vez que, en cualquier producción española de la pequeña o la gran pantalla, vieron a un actor negro interpretar un papel que no fuese un mafioso, un inmigrante, una señora de la limpieza o una prostituta. No resulta fácil encontrar muchos ejemplos. La industria cinematográfica y televisiva española relega estos roles a los actores negros que en su mayoría han nacido y han sido criados en España. Les proponen poner acentos de países que jamás han pisado y resulta impensable verles en un papel protagonista.

Contra estas tendencias y muchas otras, casi un año antes de la polémica de los ‘Oscars So White’, nació en 2016 la plataforma de apoyo y visibilización a los actores negros The Black View, fruto de la experiencia previa que Pilar Pardo, representante artística nacida en Zaragoza, desarrolló durante sus primeros años de profesión. «Tras algunos años ejerciendo mi profesión comencé a ser representante de Armando Buika y fue entonces cuando me di cuenta de la existencia de esa barrera» explicó ayer Pardo, que estuvo acompañada durante uno de los actos programados del Festival de Cine de Zaragoza por otros miembros de la plataforma como el propio Buika, además de por el director de Alacrán enamorado Santiago Zammou y por el actor Emilio Baule. «Todos los anuncios de casting decían ‘se busca actor negro’, era el primer requisito que se pedía, desde The Black View decidimos redisribuir el orden de prioridades, y a la hora de redactar el currículo de Armando indicamos otras características antes de mencionar que era negro» explicó Pardo.

Un techo de cristal que, según la representante, impide que un actor negro pueda llegar a protagonizar una película. «Aquí en España acudimos masivamente al cine para ver una película protagonizada por Will Smith. ¿Por qué nuestros actores no pueden hacer los mismo?» se pregunta Pardo, que quiso dejar bien claro que sus acusaciones no denunciaban el racismo, sino la «estrechez de mentes», algo que ha propiciado que multitud de artistas y colectivos afrodescendientes y no afrodescendientes secunden la propuesta con su apoyo a la plataforma.

Y es que según Pardo, el problema que asola a las producciones cinematográficas y televisivas españolas tiene que ver con los prejuicios que productores y directores de cásting tienen sobre el origen de estos profesionales. «Anahi Beoli acudió a nosotros para explicarnos que solo le ofrecían papeles de señora de la limpieza y de prostituta, le habían pedido que pusiese acentos de países que jamás había pisado y le habían propuesto que reprodujese dialectos africanos de los que no tenía ni idea» explicó Pardo, que lamenta que aún se mantenga la concepción de que las personas negras no puedan obtener puestos de responsabilidad pública o importancia económica. «Mi madre es mulata y es médico, queremos mostrar esa realidad social de que las personas negras pueden ser doctores y universitarios» indicó la representante.