La violenta historia de un samurái que se niega a matar en Killing, de Shinya Tsukamoto, bañó ayer de sangre la Mostra de Venecia y cerró la competición oficial de la 75 edición entre los aplausos de los seguidores de este cineasta de culto, considerado el padre del cyberpunk en Japón.

La película cuenta la historia de unos aprendices de samuráis que se desarrolla a mediados del siglo XIX en un Japón empobrecido, en el que «el acto de matar era bastante normal», explicó ayer Tsukamoto.

«Encontré muchas conexiones con nuestra época, en la que cada vez más y más gente cree que la violencia es una respuesta. Y por eso creé un samurái que no quiere matar -agregó-. Empecé a pensar que quizás las personas de aquel tiempo no tenían ese instinto», señaló Tsukamoto, responsable de la saga Tetsuo.

Protagonizada por Sosuke Ikematsu y Yu Aoi y con el realizador interpretando a un maestro de samuráis, Killing es una película en la que el director ha tratado de dar una visión opuesta a la de su anterior filme, Nobi (2014).