Ascaso se prepara un año más para acoger la que se consideraba hasta hace poco la muestra de cine más pequeña del mundo. Esta pequeña aldea, perteneciente al término municipal de Boltaña, no llega a la decena de habitantes censados y carece de luz eléctrica. Muchos pensarán, por tanto, que Ascaso es algo así como el paraíso en la tierra para todos los urbanitas necesitados de descanso los fines de semana, pero para los que viven allí todo el año la cosa es diferente. Sus vecinos dependen de una central de energía solar de más de 20 años que no les garantiza la energía corriente cuando no hay sol. Y al pueblo se accede por una pista sin asfaltar deteriorada por las lluvias de esta temporada.

Debido a estos problemas, la asociación de vecinos de Ascaso decidió, hace seis años, celebrar un festival de cine para tratar de «recuperar el pueblo», según dijo Miguel Cordero, director de la muestra de cine junto a Néstor Prades. Hoy, el evento peligra por la falta de compromiso de las instituciones con la misma.

tejido asociativo/ «Trabajamos siempre en la cuerda floja. Ahora mismo ya están todos los folletos en marcha, pero aún no sabemos el dinero que nos van a dar», lamentó Cordero, que añadió: «El festival va a salir adelante, pero obviamente tendríamos que reducir gastos si no nos dan lo que esperamos. Al final tendríamos que tirar de préstamos personales. No pedimos más dinero, pero que lo repartan de forma más razonable y que todo se sepa antes. Es una falta de respeto con el tejido asociativo».

Las proyecciones más destacadas de esta edición del festival, que se celebrará del 28 de agosto al 1 de septiembre, serán las de los largos Vivir y otras ficciones, de Jo Sol y Visages Villages, de Agnés Varda. Serán los días 31 de agosto y uno de septiembre, respectivamente, y los filmes estarán acompañados de coloquios, comidas populares y las proyecciones de los cortos a concurso.

El festival de cine de Ascaso tiene un presupuesto total de 14.000 euros. La comarca del Sobrarbe este año les ha reducido la subvención de los 1.300 euros a los 1.050. El Ministerio de Cultura les ha concedido la ayuda pero están en lista de espera, es decir, solo la recibirán si alguno de los proyectos que han quedado por delante renuncian al subsidio. Y el Gobierno de Aragón, por su parte, todavía no ha detallado las cantidades que aportará para este tipo de proyectos. «Si es una empresa quien organiza un festival, no hace nada hasta que no tiene el contrato firmado, y encima obtienen beneficios. Nosotros, que lo hacemos más barato por que lo hacemos gratis, vivimos en la inseguridad», dijo Cordero. «Luego encima te dicen que estás haciendo un proyecto muy bonito», esgrimió también.

La falta de compromiso de la Administración Pública con este evento cultural no se corresponde con los beneficios que la muestra trae a la comarca. Según las estimaciones del propio Cordero, en total, el año pasado los visitantes dejaron en la zona un total de 70.000 euros, «que este año podrían ser más», señaló.

Tanto el festival como el pueblo de Ascaso funcionan, por tanto, gracias a los voluntarios. Este año, por primera vez, la asociación de vecinos de la localidad ha conseguido que el Instituto Aragonés de la Juventud aporte 7.800 euros para la realización de un campo de trabajo. Eso sí, los organizadores han tenido que poner 4.000 euros más que habían ganado con otras ediciones del festival y que ya no podrán ir para el mismo. Hoy llegarán al municipio quince jóvenes que arreglarán un sendero que va del pueblo a unas pozas cercanas.

La idea de revitalizar Ascaso precedió a la del festival, pero ahora ambas iniciativas van de la mano. «Este año recibimos casi 700 cortos para el concurso. Muchos se preguntan si seguimos siendo el festival de cine más pequeño del mundo. Pues bien, seguramente ya no por tamaño y calidad, aunque sí lo es en espíritu», añadió el director de la cita. A pesar de todo, Cordero aseguró que este año, las montañas que rodean Ascaso y su cielo estrellado, libre de contaminación lumínica por la fuerza, volverán a brillar durante los días que dure el festival. «Queremos que Ascaso salga adelante todo el año», concluyó Cordero.