«Para llegar a la vanguardia hay que conocer la tradición». Y eso es lo que propone el VII Festival Iberoamericano de Teatro Para Niños, en el que desde el 7 y hasta el 16 de junio participarán nueve compañías de siete países de Europa y América Latina, que realizarán 13 funciones. En esta edición, la cita crece y se amplía porque está organizado por el Ayuntamiento de Zaragoza en colaboración con el Teatro Arbolé y se amplía porque además de actuaciones en la sala del Parque del Agua, tendrán lugar también en el Teatro del Mercado y La Harinera.

Hasta la fecha, el festival siempre se ha dedicado a un país, sin embargo, la experiencia de Arbolé, que ha cumplido ya 40 años, les ha llevado a que esta edición suponga un encuentro entre la tradición y la vanguardia en el teatro para niños, con viejos y nuevos lenguajes donde los actores y las marionetas sean protagonistas, pero también la música, las sombras, o las máscaras.

Esteban Villarrocha, gerente de Arbolé; y Víctor López, del Patronato Municipal de las Artes Escénicas, se congratularon ayer de la colaboración público-privada. López reconoció que este festival tiene «mucho sentido en Zaragoza» y también que al Patronato le faltaba un ciclo de estas características. Ambos aseguraron que les hubiera gustado que el festival «creciera todavía más» pero señalaron que habrá que esperar hasta próximas ediciones.

«Venir al teatro es un ocio inteligente que debe hacer pensar y reflexionar», subrayó Villarrocha, que insistió en que la programación de Arbolé no solo «entretiene» sino que ayuda a «descifrar los lenguajes» y a tratar «temas tabú» como el amor, la diferencia o la desigualdad porque a «los niños hay que hablarles como a personas adultas».

TÍTERES DEL MUNDO

En ese conocer el pasado para avanzar se enmarca el Encuentro de Títeres tradicionales europeos, que se celebrará el 15 de junio en La Harinera. La idea surgió el año pasado cuando Arbolé actúo en París y «nos apetecía» juntar el títere ingles tradicional con «Polichinella, Don Giñol, Don Roberto y Pelegrín», personajes de Francia, Portugal y Aragón, destacó Villarrocha. Participarán los franceseses Theatre pas SAGE, los británicos Hand to mouth; Arbolé y los portugueses Trulé.

El ciclo comenzará este viernes (20.00) con una obra que repite «a petición del público» que cuando se presentó en Zaragoza «fue un éxito y nos pidieron que la volviéramos a traer». Se trata de Amour, de Marie de Jongh, una «propuesta de las instituciones públicas a esta compañía privada para que «creara una obra para hablar de la diferencia». Una llamada a liberarnos de prejuicios y a reflexionar sobre la delgada línea que existe entre la desafección y el amor incondicional.

Ya el fin de semana Etcétera presentará el musical Pedro y el lobo, que inicia a los más pequeños en la música y en los instrumentos de orquesta. Y en el Mercado, el mexicano Carlos Converso pondrá en escena El oso que no lo era, sobre la incapacidad de reconocer al otro en su diferencia y sobre el enfrentamiento entre el progreso y la conservación de la naturaleza.

El 15 de junio, el festival vuelve a Arbolé con la compañía titular de la sala y su Leocadia y los ratones, ambientada en una biblioteca imaginaria. Y un día después, los uruguayos Corolis harán lo propio con Tropo. Estas dos actuaciones serán de entrada libre.

La programación del Mercado concluirá con Festuc Teatre y Adiós Peter Pan sobre el mito de no querer crecer. Y es que, como dijo Villarrocha, «venir al teatro para niños es venir con una mirada de niño».

Además, del 10 al 14 de junio en Arbolé, Carlos Converso impartirá un curso para profesionales sobre El Personaje y la animación, que ya está completo (20 personas), un taller donde se reflexiona «qué y cómo lo contamos».

La cooperación público-privada (Patronato Municipal de Artes Escénicas-Arbolé) no acaba con este festival, ya que están preparando para septiembre, para Zaragoza Escena, una coproducción, Caín de Saramago, en el que se «mezcla títeres y actores» y que supondrá un reto para la compañía ya que será «una obra para adultos».