Es imposible saber por qué el Festival de San Sebastián decidió esperar hasta ayer, casi al final del certamen, para presentar la película de Claire Denis High life, pero en cualquier caso ha sido un acierto: de haberlo hecho al principio, no habría tenido sentido continuar. Ese mismo día le podrían haber hecho entrega a Denis de la Concha de Oro, y todos habríamos ahorrado tiempo.

Dicho esto, es necesaria una advertencia. Es el tipo de película capaz de provocar el rechazo y la ira de buena parte de la audiencia. Pese a que sobre el papel podría parecer su película más accesible, después de todo -es cine sobre una nave espacial protagonizado por Robert Pattinson y Juliette Binoche- es tan opaca, enigmática y provocadora como el cine previo de la directora francesa.

Sobre el papel, High life habla de un grupo de criminales enviados al espacio para estudiar la producción de energía de un agujero negro, aunque no es una misión de la que se suponga que saldrán con vida ni una que tenga importancia. Lo más parecido que hay a bordo a un comandante es una científica loca a la que en un momento alguien llama «chamán del esperma» y que cuando no se dedica a realizar experimentos reproductivos pasa el tiempo en un receptáculo llamado fuckbox (la caja de follar).

En la premisa hay conexiones con El señor de las moscas, en tanto que el aislamiento que sufre la tripulación revela deseos primarios y acentúa ansiedades. Posiblemente Denis también la esté usando para reflexionar sobre los sistemas de prisiones, y las implicaciones morales de hacer experimentos con gente considerada tarada. En todo caso, no tiene sentido buscar ese tipo de explicaciones porque probablemente ni siquiera Denis las tenga.

EXCELSA / Otro premio que ya debería tener dueña es la Concha de Plata a la Mejor Actriz: en Baby, la china Yang Mi ofrece un trabajo excelso en la piel de una joven que fue abandonada al nacer a causa de un desorden genético y ahora trata de salvar a un bebé de correr esa misma suerte. Mientras retrata las miserias de una sociedad patriarcal y una burocracia insensible, la película se pregunta por el valor que damos a las personas consideradas defectuosas. ¿De verdad que dos películas tan distintas como High life y Baby pueden estar hablando de lo mismo?