LUGAR DE NACIMIENTO BARCELONA, 1956

TRAYECTORIA: HIJA DEL PROFESOR, POETA Y TRADUCTOR, JOSE MARIA VALVERDE, DESDE NIÑA VIVIO EN CANADA. SE FORMO EN ENFERMERIA EN QUEBEC Y ENTRE LOS AÑOS 1990-94 EJERCIO CON LOS INDIOS CRI.

TRABAJO ACTUAL: RESIDE EN BARCELONA DONDE TRABAJA COMO PROFESORA DE ENFERMERIA ESPECIALIZADA EN COMUNICACION PSICOLOGIA Y ENFERMEDADES CRONICAS

OBRAS: ACABA DE PUBLICAR ´EN TRANSITO DE SUEÑO EN SUEÑO´. ES AUTORA DE MANUALES Y ARTICULOS SOBRE TEMAS SOCIOSANITARIOS.

--¿Cómo se le ocurrió ir a vivir con los indios cri, al norte de Canadá?

--Me ofrecieron un trabajo. Soy sanitaria. Al principio ví dos problemas: por un lado,el frío y después esa idea de que los blancos vamos a ayudar a los indios, lo que es una locura , porque después de haberles roto ese equilibrio tan delicado que tenían ahora vamos en plan John Wayne a arreglarles la cuestión. Yo no soy nada espiritual, ni esotérica, sino pragmática y muy lineal. Había algo que me llamaba. Y como alguna vez me lanzo con el corazón, me dije: vamos al ataque. Trabajaba con los agentes de salud en cada poblado.

--Su obra ´En tránsito de sueño en sueño´ expresa un primer impacto visual: el paisaje desnudo

--No es bonito en el sentido del paisaje mediterráneo. Es todo blanco, tanto cielo y tan poca tierra, pensaba al principio y algunos árboles a los que cuesta mucho crecer. Aí me parecía todo igual. (A ellos les parece la ciudad toda igual). Pero ví que percibían diferencias entre las piedras y que tenían muchas palabras para nombrar a la nieve. Es un paisaje muy rico para ellos y me costó mirarlo.

--La serenidad de la mirada cri, los largos silencios pensativos... son frases del libro

--La suerte que ha tenido esta tribu es que están muy alejados de las ciudades. Y eso les ha salvado. Han guardado su idioma y una manera de ser que se propone aún como primitiva: intuición, emoción, notarlo todo, los animales... Y también esa mirada de gente que no ha tenido dueño ni patrón en 6.000 años. Yo quiero esa libertad. Pero somos el producto de otra historia. No han sido fáciles esos 6.000 años buscando animales donde hay tan pocos... Pero, por otro lado, esa libertad de decir: Yo sé quién soy. Y la conciencia de que nunca son de nadie, porque nadie les ha controlado.

--Pero usted explica cómo se llevaron a los niños cri a las ciudades para educarles .

--Fue desde la mitad de los años 50 hasta los 70. Se los llevaron muy lejos y no les dejaban hablar su idioma, les hicieron abandonar todas sus costumbres. Luego sufrieron abusos sexuales. Cuando regresaron a su tierra no habían asimilado nada de la supuesta civilización. Pero estaban muy traumatizados.

--En la narración usted intercala fragmentos de un diario. Y constata que muchos aspectos de su carácter no eran útiles en ese mundo

--Yo vengo de una educación anglosajona, tan práctica, tan organizada, tan lógica, que llego allí y me lo desmontaron todo. Pero en ese mundo veía cosas que me gustaban mucho. La mirada y la manera de escuchar con atención. Ellos te ven como eres. Entras, te miran y captan enseguida tus intenciones, tus emociones, como si te vieran el alma. Y te aceptan. Eso es lo fantástico, porque en nuestra cultura, por razones históricas tendemos a no confiar, a no mostrarnos como somos...

--¿Qué quiere decir te aceptan?

--Es sentir que no vale la pena intentar parecer ¿A qué? Te aceptan seas como seas y vale más ser tal cual seas. Aceptan demasiado. Esa fue la perdición de los indios americanos. No concebían que los blancos pudieran ir a ellos con malas intenciones. Todo lo perdonan.

--Generalmente se refiere usted a sensaciones, a cosas intuidas. ¿Llegó a dominar la lengua cri?

--No. Es muy difícil. Hablan muy suave, sin separar las palabras, pero llenándolas de prefijos o de sufijos. Cuando intenté estudiar ese idioma ví que se declinaban las palabras de diferente manera según designaran a seres con alma o sin ella. Pero la tetera o la canoa, por ejemplo, son considerados objetos con alma. Ellos dicen que se aprende mirando, sin explicaciones, cada uno aprende según su espíritu. Que explicar es robar a alguien la oportunidad de aprender. Me decían: Si hablas y escuchas desde el corazón, entiendes.

--Posiblemente así aprenden a hablar los niños en todo el mundo

--Estoy segura de que los niños miran y aprenden más de lo que les decimos. En el fondo, mirando se puede aprender mucho. Lo que nos dicen ya está modificado. He visto que en las ciudades hablar es mantener una especie de ruido que sirve para estar, no para comunicarse. El lenguaje oculta, da vueltas a las cosas. En Barcelona me dicen que soy muy directa.