Como un cóctel de Pequeña Miss Sunshine, la francesa Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? y el Jack Nicholson de Mejor imposible. Así ha macerado el director Álvaro Díaz Lorenzo Señor, dame paciencia, una comedia «divertida y veraniega» protagonizada por una coral familia de estrellas. Jordi Sánchez, la oscense Megan Montaner, Silvia Alonso, Eduardo Casanova, David Guapo, Salva Reina y Boré Buika son algunos de los miembros de este clan que juega con estereotipos y prejuicios. «Yo quería una película muy coral. No cae en los tópicos y luego los desmonta. Si el andaluz es gracioso no es porque sea andaluz, sino porque el personaje es gracioso», dice Díaz, que reconoce que la cinta es un viaje para restablecer los lazos familiares.

Gregorio (Sánchez) es un banquero madridista y de derechas que debe cumplir la última voluntad de su mujer (Rossy de Palma, siempre «hablándole» desde su urna): viajar junto a sus dos hijas y su hijo (Montaner, Alonso y Casanova) a Sanlúcar para esparcir sus cenizas en el Guadalquivir y restablecer los lazos familiares. Pero ese viaje en furgoneta no lo harán solos. Camino al sur irán con ellos las respectivas parejas de la prole, un catalán y barcelonista (Guapo), un antisistema (Reina) y un vasco negro y homosexual (Buika), la singular cruz del cabeza de familia.

«Gregorio es intolerante, intransigente, un señor que ha decidido cómo van a ser sus hijos desde que nacieron hasta que se mueran y al que todo le sale rana», explica Sánchez. El árbol genealógico lo comienza Sandra, «la que asume el rol de madre después de la muerte de su madre e incita siempre a la familia a estar unida», dice la oscense, que se estrena se estrena en la comedia. El hijo pequeño lo interpreta Casanova, para quien la película es como Cuento de Navidad: «De repente Gregorio es una persona que le han trasladado de la prehistoria a aquí y tiene que adaptarse». P. C.

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Señor, dame paciencia

Álvaro Díaz Lorenzo