"Soy un buscador de belleza". Así se define el coleccionista Hans Rudolf Gerstenmaier, que ayer inauguró en el Palacio de Sástago la exposición Senderos a la modernidad. La pintura española de los siglos XIX y XX en la colección Gerstenmaier.

La muestra, que estará abierta hasta el 31 de agosto, incluye paisajes y retratos de pintores como Fortuny, Anglada Camarasa, Madrazo, Pradilla, Beruete, Regoyos, Sorolla, Echevarría o Zuloaga, entre otros.

"Todos hemos coleccionado algo", aseguró ayer Gerstenmaier en la presentación, en la que estuvo acompañado por José Manuel Larqué, diputado delegado de Cultura de la DPZ; y Marisa Oropesa, comisaria, que destacó que es una colección "hecha desde el corazón", no para conseguir un beneficio sino con la "generosidad de compartirla".

Él vino a España en 1963, vio "la riqueza pictórica" y decidió coleccionarla a lo largo de "40 años"; pero aseguró, que "como buen alemán, "lo he hecho con cabeza". El criterio ha sido "personal", reconoce, pero "siempre siguiendo una meta", la de tener representación "de la pintura del XIX".

DIDÁCTICA

El paisaje y el retrato son los hilos conductores de la muestra, que tiene un importante componente didáctico. Y lo que propone es un "viaje a través de España", con paisajes de Andalucía, del Norte, etc. Pueden contemplarse desde obras del maestro Carlos de Haes, de Agustín Riancho o Aureliano de Beruete, en las que apenas hay interés por el detallismo; renovadores del paisajismo español cercanos al impresionismo como Darío de Regoyos o Martín Rico y otros de la escuela paisajista catalana, representados por Joaquín Mir o Eliseo Meifrén.

El retrato también es muy importante, sobre todo los de Zuloaga (Angustias con mantilla blanca y abanico y Una manola) o Sorolla (Retrato de Isabel Herraud y Mujer regando). También incluye tres obras del aragonés Francisco Pradilla, dos Paisajes montañosos y Tarjetero de mi estudio.

Gerstenmaier reconoció que tiene debilidad por Juan de Echevarría, "un pintor excepcional" poco representado fuera del País Vasco; y asegura que una de sus metas sigue siendo comprar un fortuny aunque es muy difícil porque no hay obra en el mercado. La visita a la exposición culmina con Figura de mujer, de Benjamín Palencia; una "obra diferente, que choca con todo" porque muestra una renovación en la pintura de la época.