Cuatro en el museo Goya Camón Aznar y una en el Museo de Zaragoza. Esas son las únicas cinco obras realizadas por mujeres que se exponen de las colecciones de los principales centros museísticos de la ciudad de manera permanente. Esa es una de las conclusiones a la que ha llegado la investigadora Paula Gonzalo Les en su estudio Las mujeres artistas en la ciudad de Zaragoza. Obras en museos, colecciones públicas y entidades, que se presentó ayer en la Casa de la Mujer en un acto al que asistieron la vicealcaldesa de Zaragoza, María Luisa Broto; y la consejera de Educación e Inclusión, Arantza Gracia.

El dato de las cinco obras es más llamativo si se tiene en cuenta que las instituciones cuentan con 1.129 obras inventariadas de autoría femenina. «Las cifras son escandalosas y peores que en otras comunidades», denunció ayer una Paula Gonzalo que aseguró que «incluso cuando se hacen las revisiones de las colecciones las mujeres siempre salen perdiendo».

PABLO SERRANO Y DPZ

Esas más de 1.000 obras de autoría femenina son las que están incluidas en las colecciones del museo Pablo Serrano, del Museo de Zaragoza, del fondo de las Cortes de Aragón, del de la DPZ, de la sala Juana Francés, de la Universidad de Zaragoza y del EMOZ. Una cifra que revela que la presencia de obra femenina es más que escasa. Excluyendo la sala Juana Francés (por razones obvias intrínsecas al proyecto del servicio de Igualdad del Ayuntamiento de Zaragoza), el Pablo Serrano es el siguiente centro con más presencia de la mujer en su colección, pero el porcentaje se sitúa en un escaso 13,63% (409 de las 3.000 que completan sus fondos) mientras que la Diputación Provincial de Zaragoza, la siguiente en un posible ránking, tiene 379 piezas de autoría femenina de las también 3.000 que tiene la institución (es decir, un 12,63%).

El peor dato de todos lo tiene el Museo de Zaragoza aunque con un aspecto a matizar. Cuenta con 3.500.000 de obras en total que abarcan desde la prehistoria y la pieza más antigua femenina es un medallón de matrimonio del siglo XVI de Lavinia Fontana (que se puede contemplar). Aún así, el museo solo tiene 21 obras de mujeres por lo que el porcentaje resultante es de 0,00065%.

Junto a estos están la Universidad de Zaragoza (con un 5,7%), las Cortes de Aragón (5,64%) y el museo Goya Ibercaja Camón Aznar con un 0,8%. Con respecto a este centro hay que resaltar que expone las cuatro obras de mujeres con las que cuenta en su colección (Orellana 6, de Juan Francés; Paisaje, de Menchu Gal de Orendain; Nieves y jacaranda, de María Revenga; y Adolescente, de Alice Wilmer). Algo que tiene una explicación para Paula Gonzalo: «El edificio se construyó para albergar toda la colección y se expone toda ella, de ahí que estén las cuatro de mujeres también».

Un hecho que contrasta, eso sí, por ejemplo, con la obra de Juana Francés y el museo Pablo Serrano: «Es la tercera institución que custodia la obra de Juana Francés y no se puede ver ninguna porque no están expuestas», reveló la historiadora del arte.

«INERCIAS HISTÓRICAS»

Preguntada por el motivo, ella lo tiene claro: «Son inercias históricas de desvalorización del trabajo de las mujeres en todos los ámbitos académicos y en las artes más. Y es que una imagen vale más que mil palabras y se han creado esas imágenes arquetípicas de la mujer como musa que todavía siguen funcionando y del hombre como genio que dice lo que es arte y el creador que genera el estándar». La solución pasa, a su juicio, por la educación: «Hay que empezar por las facultades y los colegios. No pueden existir leyes donde se diga que se tiene que introducir en los temarios nombres de mujeres cuando es una ley laxa en la que no hay una planificación y que depende de la voluntad del profesorado para ello porque no hay una reflexión detrás. Las leyes deberían forzar un cambio de conciencia».

«Hace falta revisar el sistema del arte del estado español, sobre todo desde perspectivas feministas que ayuden además a introducir el resto de grupos minorizados, que no minoritarios. Cuando empezamos a rebuscar para este estudio nos dimos cuenta que con las colecciones municipales y las del Gobierno de Aragón se podrían hacer perspectivas del arte feminista nacional e internacional como las que se han hecho en el Museo de Bilbao o en el MUSAC, las obras las tenemos aquí», explicó ayer Paula Gonzalo que espera que el estudio sirva para dar «un paso más para la revisión del sistema del arte y sobre todo para mover conciencias».

Este estudio está incluido dentro del II Plan de Igualdad de Zaragoza 2018-2021 que dentro de su línea estratégica Comunicación y cultura para la igualdad señala el objetivo de visibilizar a mujeres destacadas en el mundo de la cultura, tanto con la elaboración y difusión de este catálogo, como incluyendo la perspectiva de género en los museos y espacios urbanos para acercar a la población una visión histórica más igualitaria. «Hay que hacer un cuestionamiento del sistema del arte español, de sus prácticas museísticas, culturales y de sus políticas de difusión y enseñanza de las artes para conseguir itinerarios donde de verdad nos identifiquemos todas las personas y cumplir de este forma el artículo 27 de la Ley de Igualdad del 2007, que dice que con dinero público se represente a toda la ciudadanía», concluyó Paula Gonzalo.