En los quioscos estadounidenses de 1962 valía 12 céntimos de dólar. Y los hoy míticos Stan Lee y Steve Ditko hicieron debutar en sus páginas a Spider-Man. Era en Amazing Fantasy #15, uno de cuyos ejemplares se vendió en el 2011 en subasta por casi un millón de euros, alzándose como el tercer cómic más caro del mundo y uno de los más codiciados por los coleccionistas. Esta semana, desde el pasado 2 de agosto y hasta el 11, o sea, hoy, otro ejemplar de aquel entonces humilde tebeo de grapa con la primera aparición completa del Hombre Araña está siendo objeto de puja en la plataforma holandesa de subastas on line de objetos únicos Catawiki. Al margen de la cifra final que pueda alcanzarse, esta venta es una prueba más del creciente interés de compradores y de importantes casas de subastas, como Sotheby’s, Christie’s o Artcurial, por el mundo del cómic, que poco a poco revaloriza la etiqueta injustamente menospreciada de cultura popular cotizando al alza la de noveno arte.

OBJETOS DEL PASADO

«La gente necesita distancia, contexto y retrospectiva para interpretar el verdadero significado y valor de los artículos y creaciones del pasado. Por ejemplo, Van Gogh no era popular en su época como pintor, se le podía comprar un cuadro por unos pocos francos. Cada nueva generación mira hacia atrás a diferentes objetos del pasado y comienza a considerarlos como arte», opina Patrick Vranken, director de subastas y experto en cómics de Catawiki, sobre las razones que están convirtiendo los tebeos en codiciados y valiosos objetos a la par que otras piezas del arte considerado tradicional.

LOS MÁS COTIZADOS

En el ranking mundial de comic books más caros, a Amazing Fantasy #15 lo supera, Action Comics #1 (la primera historia de Superman, de Jerry Siegel y Joe Shuster), por la que se pagaron 3,2 millones de dólares (más de 2.800.000 euros), y le sigue Detective Comics #27 (la primera aparición de Batman, de Bob Kane y Bill Finger), vendido por casi un millón de euros.

Todos, señala Vranken, comparten el hecho de ser el debut de un personaje que se convertirá en icónico, y eso hace que suba su precio. «Al ser el inicio de una serie aún no sabe si será un éxito o un fracaso, por lo que el número de ejemplares impresos siempre tiende a ser bajo [aunque las cifras modestas para el estándar estadounidense podían ser de 100.000 o 151.000 copias) y la mayoría no se conservan en buen estado.

Si luego se convierte en un million-seller, como en estos casos, hay sucesivas reimpresiones, pero los coleccionistas buscan sobre todo las primeras ediciones», asegura.

FIRMADO POR EL AUTOR

Otras dos razones que inciden en el valor de un cómic es si está firmado por el artista y su estado de conservación, entre otros factores. El ejemplar de Amazing Fantasy #15 que subasta estos días Catawiki (del que solo ha trascendido hasta el momento que forma parte de la colección USA Comics Collection de I-AM Foundation), «no está en excelentes condiciones», valora su experto, pero «algunos cómics de Estados Unidos son ahora tan únicos y buscados por los coleccionistas, que incluso una copia en condiciones menos buenas puede tener un altísimo valor».

LAS OBRAS DE HERGÉ

Si en Estados Unidos históricamente ha existido más tradición de subasta de tebeos, básicamente de comic books de superhéroes, y los más valorados son los de Superman, Batman y Spider-Man, en Europa, con el mercado franco belga en cabeza, se palpa un auge de pujas, con Hergé y el universo Tintín como estrella.

En Catawiki, por ejemplo, su récord es una edición alternativa de Tintín de La isla negra que sirvió a Hergé de borrador (68.000 euros); subastaron también uno de los siete ejemplares existentes de un prototipo solo con ilustraciones de Tintín en el Congo (39.000 euros), y para antes de final de año ofertarán, avanza Vranken, uno de los mejores lotes tintinófilos.

A 2,5 millones de euros, el récord en Europa para una pieza ligada al cómic, han llegado por ahora dos obras, ambas también sobre Tintín: una doble página de Hergé de 1937, subastada en el 2014 en la también casa on line Artcurial, una de las veteranas en ofertar tebeo, y, un año después, en la feria Brafa de Bruselas, el original para la portada de La estrella misteriosa. Por el camino, una plancha de Aterrizaje en la Luna (de 1954) por 1,55 millones, el original de la portada de Tintín en América por 1,39 millones -ambas también en Artcurial-, una doble plancha original de El cetro de Ottokar (de 1939) por 1,56 millones, y un conjunto de cartas de felicitación firmadas por Hergé por 1,2 millones, estas dos últimas vendidas en una de las dos grandes subastas del 2015 en Sotheby’s, que reunió tanto cómic europeo (Hugo Pratt, Peyo, Moebius, Enki Bilal o Josep Homs) como americano (Winsor McCay, Milton Caniff, Steve Canyon, Will Eisner, Frank Miller...).

Gracias a la colaboración del galerista y coleccionista Daniel Maghen, la última grande en subirse al auge tebeístico fue Christie’s, que en el 2014 rozó los 4 millones en ventas con 370 piezas y, en el 2015 recaudó 5,3 millones con 456 lotes.

En ellos había piezas de Uderzo, Moebius, Eisner y también de españoles como Miguelanxo Prado, Ana Miralles, Juanjo Guarnido, Carlos Giménez y Enrique Corominas. Según afirmó entonces Maghen, esos éxitos, «refuerzan el hecho de que los cómics son un área artística de primer orden y ayudarán a revalorizar tanto los tebeos como las ilustraciones al tiempo que promocionará a los dibujantes del noveno arte».

MÁS COMPRADORES

En Catawiki empezaron a ofertar cómics en Estados Unidos en el año 2015. Desde entonces, explica Vranken, han visto «un crecimiento importante en la calidad de los artículos ofrecidos y en el número de compradores y vendedores», que se traduce en un aumento de un 20% anual en las subastas, que duran de tres a 15 días. El perfil del vendedor, constata, no suele ser un coleccionista de cómic sino «una mezcla de coleccionistas privados activos en el mundo del arte y vendedores profesionales».

En los últimos tres años esta plataforma on line vienen realizando subastas exclusivas de cómics. Hasta diciembre, desvela Vranken, organizarán varias especiales con lo que califica de «la madre de todas las colecciones», reuniendo múltiples ediciones raras y valiosas de cómics de los últimos 100 años.