Julia de Castro es el rostro, la mente y la voz de De la Puríssima, un grupo en el que está acompañada por Ithamar di Marco a la guitarra, Miguel Rodrigáñez al contrabajo y Carlos Gorbe en los efectos visuales. De Castro, nacida en Ávila, viene a presentar su disco Sonora, toda una mezcolanza de sonidos y melodías que recrean lo heterogéneo de la personalidad de la propia artista. Además de cantante, De Castro ha ejercido de actriz y estudió Historia del Arte. En la actualidad, se encuentra en Roma en la Real Academia de España escribiendo La retórica de las prostitutas. «Las rarezas en general me gustan y me atraen», cuenta la cantante, que actúa mañana a las 21.30 en el Teatro Arbolé.

-Mañana viene a Zaragoza, pero antes ha estado ya en multitud de plazas y países…

-Siempre me hace mucha ilusión actuar, y especialmente en Zaragoza, porque es un lugar al que tengo mucho cariño. Me parece que es una ciudad muy musical, siempre ha sido un referente para mí en España. Si no recuerdo mal, una de las bases militares de los estadounidenses en España estaba en Zaragoza, lo que atrajo muchas influencias a la ciudad, sobre todo del jazz.

-El pasado año actuó en la Zarzuela, un teatro en el que caben más de 1.000 personas. Ahora lo hará ante unas 200.

-Si te soy sincera me gustan muchos ambos formatos. Un teatro pequeño siempre genera mucha cercanía con el público, que es algo que a mí me apasiona. Me gusta mucho poder respirar a la gente y que este cerca. Es un lenguaje diferente, disfruto mucho.

-Viene a presentar su disco Sonora, ¿qué me puede adelantar al respecto?

-Solo presentaremos algunos temas, no el disco entero. Lo que pretendo con este trabajo es crear un universo más femenino. La mujer es muy protagonista, y también el desierto y el calor, porque fue grabado en Arizona.

-Se dice que sus letras son directas y transgresoras. ¿Lo cree?

-No lo pretendo. Simplemente creo que cuando uno es uno mismo resulta muy transgresor. En la mayoría de las veces nos da vergüenza ser nosotros mismos y mostrar nuestros defectos, pero los defectos en realidad son muy poderosos y muy atractivos. Pero hay que ser valiente para cantarlo. Creo que al final ser yo misma es mi principal atracción.

-¿A quién van dirigidas frases como ‘no ves mi ira, muerdes el anzuelo’?

-A nadie. Mis letras surgen de una necesidad de expresión. Creo que letras que pueden resultar violentas de escuchar, pero no van dirigidas a nadie ni pretendo educar a nadie.

-Hay gente que se ha llegado a ir de sus conciertos.

-No creo que sea la única a la que le ha pasado, en realidad le quito bastante importancia. Yo también me he ido de algunos conciertos y la verdad es que me parece muy interesante que le gente no esté de acuerdo conmigo. Como artista, me preocuparía complacer a todo el mundo.

-¿Qué opina de la persecución de la justicia a algunos cantantes por sus letras?

-Me parece preocupante y un síntoma grave de falta de libertad de expresión que condeno. Yo no temo represalias. Nunca me he censurado en mis trabajos.

-Su música es una mezcla de boleros, electrónica, country, trip hop… ¿Cómo la define usted?

-Creo que cuando uno habla o canta y se expresa de diferentes maneras resulta muy ecléctico. Es un estilo muy personal. Tengo poco miedo a lo que salga de esas mezclas.

-¿Cómo es un espectáculo de De la Puríssima en directo?

-Muy estimulante. Creo que son conciertos que no te dejan estar relajado, y eso es algo que a mí como espectador me gusta. Sé que la gente comenta que en mis conciertos se sienten muy observados, y eso es algo que te puede gustar o no. A veces es interesante no sentirse cómodo.

-¿Qué es lo que aporta usted en concreto como Julia de Castro a De la Puríssima como agrupación?

-La persona que se expone y que lidera en escena imprime mucha personalidad en el resto del grupo. En este caso, las letras que compongo y mi personalidad le aportan a De la Puríssima un aspecto provocador, que no es lo que busco pero sí lo que resulta.

-Además de a la música, también se dedica a la interpretación, estudió historia del arte… ¿Cómo convergen todos esos mundos en usted?

-Son formaciones que por sí mismas no me interesaban, pero que ahora, pues bueno… Ser historiadora no me ha interesado nunca, y ser violinista tampoco, pero creo que poco a poco todo voy asimilando todo esto como algo que no es negativo. Parece que es más fácil si te enfocas en una sola cosa y la desarrollas, pero yo no puedo (ríe). Ahora, me voy nutriendo de todo lo que he aprendido.

-Su actuación cierra el ciclo Femenino Plural. ¿Cómo está viviendo el actual momento de efervescencia del feminismo?

-Despertar la conciencia siempre está muy bien. Llevamos muchos siglos silenciadas y creo que ahora las mujeres estamos en un momento muy bueno. A mí me resulta un privilegio poder participar en algo así.