Parece que para muchos no existía hasta que le nominaron a un premio Goya -que después ganó- por El reino, pero la relación de la guionista Isabel Peña con el cine viene de lejos. La zaragozana, que trabaja en tándem con el también reconocido director Rodrigo Sorogoyen, estuvo ayer en su ciudad natal protagonizando una nueva sesión del ciclo Las películas de los demás en el museo Pablo Serrano. Estos encuentros, por los que ya han pasado David Trueba, Jaime Rosales e Ignacio Estaregui, consisten en un coloquio en torno a una película que es elegida por cada uno de los cineastas invitados a cada sesión. En esta ocasión, Peña eligió Senderos de gloria (1957), de Stanley Kubrick.

Ante una sala llena y junto a Luis Alegre y Adrián Domínguez como contertulios, la guionista defendió su selección recordando los orígenes de su relación con el cine: «Kubrick tiene muchísimo que ver con mi trabajo como guionista. Desde muy joven, cuando me empecé a acercar a su cine, sentí que sus películas me hipnotizaban, aunque fuera muy pequeña para entenderlas. Había algo ahí que me interesaba, me ruborizaba y me daba mucho miedo. Y eso despertó en mi el interés».

Sobre la película en concreto, Senderos de gloria, Peña quiso destacar su carácter «antibelicista». Asimismo, entre las cuestiones que más le llaman la atención de esta obra cumbre del séptimo arte (que fue nominada a Mejor película en los premios BAFTA en el año en el que se estrenó) también está «el contraste» que se establece entre «las personas que tienen esa cosa como escurridiza que hace que siempre se salgan con la suya» y que representan el mal, y las personas, como el coronel Dax en la cinta de Kubrick, que deciden «no rendirse aunque sepan que pueden perder».

Senderos de gloria se quedó sin el Oscar, pero no por ello merece desprecio alguno. Al contrario. Y más en esta ocasión, cuando el visionado del filme era además una excusa para conocer «los fetiches cinematográficos que han podido influir» en la obra de Peña, según declaró Adrián Domínguez, que es el coordinador del ciclo.

NUEVOS PROYECTOS

En su haber, Isabel Peña cuenta con el ya mencionado Goya por El Reino (2018); un Feroz por la misma obra; un premio del jurado del festival de cine de San Sebastián por Que Dios nos perdone (2016); y una Biznaga de plata por Stockholm (2013). Y todos esos premios reconocieron su labor como guionista. Ahora, con este palmarés a sus espaldas, la zaragozana ya se ha embarcado en nuevos proyectos y «jardines», como ella los denominó, que seguro que le volverán a valer importantes reconocimientos.

Según contó Peña, en la actualidad se encuentra trabajando en una serie policiaca con Sorogoyen que les tiene «muy ilusionados». «Volvemos a los orígenes a los que empezamos, pero eso sí, estamos ahogados e impresionados con el volumen de trabajo que supone», añadió la guionista.

Por si fuera poco, Peña también desveló que el largometraje Madre, que es la secuela del corto del mismo nombre con el que Sorogoyen fue nominado a un Oscar, está en las últimas fases de la posproducción, por lo que en apenas tres semanas estará terminado. Eso sí, sobre la fecha de estreno no se sabe nada por el momento.

Y a pesar de que Peña es mucho más que El reino, la película que le visivilizó entre el público generalista, la cineasta también fue preguntada por este filme, sobre el que dijo que era «necesario». Tras el argumento de El reino, basado en una trama de corrupción, Peña dijo que estaba su «interés» por hablar por los «seres humanos» que hay detrás de estos delitos. «Son personas normales, no extraterrestres. Las ganas de saber cómo eran esas personas en su vida cotidiana es lo que nos movió», concluyó.