Alberto López y Alfonso Sánchez, los compadres, presentaron ayer en Málaga El mundo es suyo, una continuación, seis años después, de su debut en el cine, El mundo es nuestro (2012), que mantiene su esencia irónica, aunque ha crecido en medios económicos y en crítica social. «Hay que ver pa tó lo que da España», dijo el actor y director de la cinta Alfonso Sánchez, a modo de resumen de la película, una sátira que no deja títere con cabeza y agita todos los sectores: de la política, a los narcos, pasando por los pijos de Sevilla, los futbolistas, el periodismo, las feministas y los gays.

«Espero que el público disfrute y lo pase bien», comentó sinceramente el actor, que borda al compadre más egoísta, vividor y sinvergüenza, en el fondo, «buena persona», según dice él de él mismo, que lleva al amigo una y otra vez al borde del abismo.