La Compañía Nacional de Danza (CND) rinde homenaje a María de Ávila por su "enorme contribución al mundo de la danza" y lo hace este fin de semana en Zaragoza con tres funciones --hoy, a las 20.30, mañana, a las 20.00; y el domingo, a las 18.30 horas--, que estarán dedicados a la maestra, fallecida recientemente. Además, poco antes de la sesión del sábado en el Teatro Principal se celebrará un "sencillo tributo" a la bailarina, con la presencia de su hija, Lola de Ávila, y de algunos de sus alumnos.

Ese recuerdo es el que ha hecho que la CND haya elegido un programa "más clásico", que se acerca más a la figura de la bailarina, según explicó el director artístico de la compañía José Carlos Martínez.

Al escenario se subirán 25 bailarines para poner en escena un programa que va desde la "danza clásica que hacía Marius Petipá con Raymonda hacia el neoclásico más contemporáneo". Comenzará con Allegro Brillante, con música de Chaikovski y coreografía de Balanchine, en el que bailará Moisés Martín --nacido en Reus en 1980, aunque a los 2 años se trasladó a Zaragoza, donde durante varios años tomó clases con María de Ávila--. Esta pieza se estrenó hace un par de semanas en Madrid, y servirá para recordar a la "maestra de maestros" porque cuando ella dirigió lo que hoy es la CND trajo "las primeras obras de Balanchine", señaló Martínez. Le seguirá Delibes Suite, con coreografía del propio director artístico de la compañía, con música de Leo Delibes; Holberg suite, con música de Edvard Grieg y coreografía de Tony Fabré.

UNA MAESTRA "GENEROSA" La segunda parte consta de Tres preludios, con música de Rachmaninoff y coreografía de Ben Stevenson, que "narra una historia de amor en una clase de danza", también de "factura neoclásica"; a la que seguirá un solo (bailado por Alessandro Riga), Les Bourgeois, con música de Jacques Brel y coreografía de Ben Van Cauwergh. El programa culminará con Raymonda divertimento, con música de Alexander Glazunov; y coreografía de José Carlos Martínez (sobre la original de Marius Petipá y la versión de Nureyev). Aquí habrá también un guiño al Ballet de Zaragoza, ya que los bailarines de la Compañía Nacional "bailarán con el vestuario del Ballet de Zaragoza, que hemos renovado; y que nos han cedido, lo que permite que podamos hacer este repertorio".

La CND intenta "recuperar la zapatilla de punta y ese lenguaje académico, que no había bailado la compañía nacional desde hacía alrededor de cinco años", señaló Martínez. Por ello, se ha renovado el elenco "el 50% y llegado bailarines de técnica clásica más fuerte que los que había antes"; y entre ellos está Moisés Martín, exalumno de María de Ávila.

El bailarín destacó las "muchas cualidades" de la maestra, aunque recalcó "su dedicación y amor a la danza, que supo inculcarnos" así como "su capacidad de enseñar danza clásica"; incluso a jóvenes que no tenían condiciones pero sí para "que tuvieran una técnica sólida que pudieran aplicar a sus enseñanzas". También hizo hincapié en su "generosidad" porque "nos ayudó a mis dos hermanos y a mí a seguir en la danza, cuando en casa no había mucho dinero". Por eso se mostró "muy orgulloso" de formar parte de este espectáculo".

José Carlos Martínez quiso destacar también la labor pedagógica de la compañía, que se puso de manifiesto ayer, con una sesión para niños donde un centenar de niños "verán el ensayo" y conocerá de primera mano "cuál es el trabajo de bailarines y coreógrafos"; una medida que sirve para "formar al público del mañana".

EL CONFLICTO En cuanto al conflicto entre bailarines y el INAEM, que prohíbe el pago de horas extras más allá de las 60 horas anuales; explicó que provoca que en las sesiones de sábado y domingo "no haya ensayo previo". De momento "no afecta a la calidad" pero "a largo plazo no es sostenible". Ya se han suspendido varias actuaciones, espectáculos al aire libre; o si no se arregla, una futura gira por Colombia.