Título: El poder de la literatura

Autora: Siri Hustvedt

Editorial: Seix Barral

Traducción: Aurora Echevarría

Al principio, cuando conocimos a Siri Hustvedt, fue en su calidad de cónyuge de Paul Auster. Él ya era un divo y, puesto que ella también escribía, algunos la leímos más que nada por curiosidad... para concluir que escribía tan bien o mejor que su marido.

Después de deslumbrarnos con una serie de novelas y ensayos, Seix Barral nos ofrece ahora una especie de opúsculo en el cual Siri compendia no su vida con Auster, sino su existir literario, con sus dudas, intuiciones, certezas, experimentos y descubrimientos.

El poder de la literatura es el título en el que Siri comienza proguntándose qué es la narrativa, para responderse lúcidamente que en el fondo no es sino «una de las maneras en las que organizamos nuestras vidas. Nos contamos historias sobre nosotros mismos para entendernos». En esa línea, recuerda la consideración del filósofo francés Paul Ricoeur, quien afirmó que la novela es un tiempo humano, una forma de comprendernos a nosotros mismos en el tiempo.

Otra de las preguntas claves que se formula Hustvedt es ¿para qué sirve la ficción? No es una mala pregunta ni fácil de responder. ¿Qué encontramos en los libros escritos con la imaginación, dónde reside el encanto de todos esos personajes a los que nunca nos tropezaremos en los paisajes de la realidad, por la sencilla razón de que no existen?

¿Y qué es lo más valioso de una novela? se pregunta Siri, ¿la manera de interpretar el tiempo, los pasajes imaginativos... o, simplemente, lo novedoso?

El término novela, nos recuerda, procede del latín novellus, que podemos traducir como novedoso. Siendo lo original, lo inesperado, incluso lo esperpéntico aquello que mejor se recuerda, a veces para siempre, resultando más que curioso cómo se retienen mucho más aquellos detalles en apariencia irrelevantes, aunque llamativos, que los propios argumentos. Hace unos años, en otro ensayo, Siri anotó esta frase clarividente: «Escribir relatos de ficción es como recordar cosas que nunca han pasado».

¿Son verdaderas las novelas? Otra buena pregunta, otro buen tema de fondo. Respuesta de Hustvedt: «La verdad que busco como escritora de ficción no es un registro documental del pasado; estoy buscando una verdad emocional».

Más preguntas: ¿Para quién se escribe? «Cuando escribo lo hago para un otro imaginario, para un lector imaginario. Cada historia que se cuenta o escribe está destinada a otro».

¿Qué es el lenguaje? «En sí, el fondo dialógico».

¿La lectura? «Una forma de diálogo, una interacción con un otro... Mientras dura el libro me veo invadida por otra conciencia, por un narrador con quien interactúo o no. El narrador del libro se convierte en mi narrador interno mientras escojo vivir dentro del libro».

¿Hay libros peligrosos? Desde luego, afirma Siri, recordando que el Huckleberry Finn de Mark Twain estuvo prohibido a los escolares norteamericanos. A ella le trastornó Cumbres Borrascosas, porque desató una ola de sentimientos desconocidos...

Son las opiniones/confesiones de una gran autora.