En su búsqueda de voces narrativas, el sello Seix Barral acaba de proponernos la lectura de Jean-Paul Didierlaurent. Su nueva novela, Conversaciones con mi enano del jardín, es ciertamente original, y se lee con más de una reflexiva sonrisa.

Su argumento, el de la revisión de la vida de un hombre normal y corriente, está en consonancia con los procesos revisionistas que la propia Francia ha abordado últimamente por lo que respecta a su personalidad o ser nacional.

La crisis francesa de identidad se refleja perfectamente en la de Xavier, un comercial de una fábrica de elementos decorativos adquirida por una multinacional norteamericana.

Los cambios en la factoría, con la aniquilación de los aspectos artesanales y tradicionales de la fabricación de estatuillas --entre ellas, unos famosos enanos, duendes o gnomos para jardines-- afectarán de tal modo a Xavier que su vida, en su conjunto, no sólo ya en su aspecto laboral, sino en el familiar, en el ontológico... se precipitará por un vertiginoso tobogán hacia una especie de limbo, o de nada, donde las fuerzas del absurdo se abrirán camino en profundidad, como la grieta aparecida en su casa de campo que todo lo quebrará y precipitará... a las antípodas.

Conversaciones con mi enano de jardín es, naturalmente, una fábula, pero su desarrollo episódico, argumental, sus agridulces y extrañas escenas nos fascinarán por su originalidad, y su moraleja final tampoco nos dejará indiferentes, asombrándonos con su lucidez y universalidad.

La trama, que es doméstica, pero nada previsible, irá poco a poco deconstruyendo, como se decía antes, descomponiendo la compostura del personaje del viajante de comercio en todas sus costuras y patrones convencionales, de modo que en su particular ordalía, en ese viaje que Xabier emprenderá hacia su interior reconozcamos etapas quemadas o por quemar en nuestra propia conciencia.

Esa voz le hablará al bigotudo y orondo Xabier, aficionado a la jardinería y al buen vino, a través del enano de arcilla que decoraba su jardín y que nunca había abierto la boca, hasta que de repente comienza a hacerlo y todo cambia, emergen los sonidos, las voces, los espíritus del mundo de las sombras. Xabier se transforma, algo lo ilumina y se encierra con su propio eco para seguir hablando con ese enano de barro coloreado que tal vez sea su conciencia, tal vez un espíritu del mundo subterráneo que a través de la grieta de su casa de campo le permite escuchar las olas de un mar situado en las antípodas, iniciando a nuestro héroe en la teoría del envés, o cómo todo acto y todo ser tiene su réplica al otro lado del globo.

Una novela diferente, con un personaje protagonista tan imposible como el gnomo parlante, pero que se apodera fácilmente, a las pocas páginas, de nuestra curiosidad lectora y persiste en desafiarla con propuestas procedentes del absurdo o de otro tipo de lógica. Bien escrita y bien traducida del francés por Adolfo García Ortega les sorprenderá como la buena y novedosa novela que es.

Título:Conversaciones con mi enano de jardín

Autor: Jean-Paul Didierlaurent

Editorial: Seix Barral