Han estado más de una semana conviviendo y ensayando para mostrar el fruto de este trabajo en dos conciertos, que tendrán lugar mañana y pasado en la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza, dentro de la Temporada de Grandes Concierto se Otoño y del Ciclo de Introducción de la música, respectivamente, donde intepretarán, dirigidos por Bruno Aprea, la Sinfonía nº 6 en Fa, Op. 60 Pastoral, de Beethoven; y la Sinfónía nº 1 en Re Titán, de Mahler. Se trata de los 88 músicos que forman parte de la Joven Orquesta Nacional de España (Jonde), que llevan varios años celebrando un encuentro y comenzando gira en la capital aragonesa.

«Yo soy director artístico desde el 2001 y todos los eneros hemos venido aquí; el director anterior, Llorenç Caballero ya venía habitualmente, así que hemos mantenido la tradición», asegura durante un descanso José Luis Turina. ¿El motivo? «Que nos tratan muy bien y nos dan todas las facilidades para hacer el encuentro. Tener un edificio como este, con espacios para ensayar por separado violines, clarinetes...» y el resto de instrumentos y luego juntarse todos en «una sala como esta (por la Mozart), pues estamos felices», reconoce.

En estos días, el trabajo ha estado dividido en dos partes. Primero, cada sección en su espacio y con sus profesores y después ha sido el maestro invitado, Bruno Aprea, «el que ha estado haciendo trabajo de conjunto. Tiene la orquesta muy bien preparada porque se lo han puesto en bandeja los profesores y ahora tiene que hacer el ajuste fino». Después llegarán los conciertos en Zaragoza, Madrid y Salamanca.

La Jonde es una «experiencia única», señala su director artístico, porque «en una orquesta profesional cada uno vive en su casa, luego va a trabajar y vuelve a su casa, pero aquí, la jornada empieza el 2 de enero cuando llegamos y termina el 17 cuando nos vayamos». Durante ese tiempo «Trabajan, comen, cenan, se van de botellón juntos... la convivencia es tan estrecha que es una experiencia inolvidable». Formativamente es «de primera línea. Los que salen de la Jonde tienen muchas puertas abiertas».

Turina reconoce que el nivel de los intérpretes es «muy bueno. España es ahora mismo el país que más músicos presenta a las pruebas que se organizan para las jóvenes orquestas europeas». Otro tema es el futuro, porque el mundo profesional es «complicado, hay mucha competencia y muy pocas ofertas. Lo tendrán complicado pero todos van a encontrar un hueco».

Dos aragoneses

En esto confían los músicos participantes, entre los que se encuentran dos aragoneses, la turiasonense Irene Val y el oscense Gonzalo Zanzundo. Ella toca la viola y reconoce que es «motivador» el encuentro en Zaragoza porque es la ciudad donde ha estudiado. Asegura que le aporta tanto los ensayos como la convivencia porque «tienes muchos compañeros y aprendes de ellos porque cada uno es de un sitio y ha aprendido con un profesor distinto». Él toca la percusión y es el primer encuentro de la Jonde en el que participa y le interesa porque «el resultado tras una semana de encuentro es de mucho nivel».

Marta Villanueva es de Granada y también toca la viola. Para ella está siendo una «experiencia inolvidable». En cuanto al Auditorio, «tiene muy buena acústica»; y respecto a la ciudad, no le ha dado tiempo a conocerla porque «cuando tenemos tiempo, descansamos».

Ángela Edo Biol es valenciana y toca el chelo. Asegura que estar ensayando forma parte de la convivencia «porque estás compartiendo atril y con los compañeros de al lado tienes que tener afinidad y complicidad a la hora de tocar».

Cuatro en uno

Ambas se ven futuro dentro de la música. A Ángela le gusta más la pedagogía pero a Marta le gustaría tocar en una orquesta pero «es difícil porque es un nivel muy alto». En cuanto a los conciertos «van a salir muy bien porque estamos ensayando mucho», asegura Villanueva.

Turina asegura que los asistentes disfrutarán de la Pastoral y la primera de Mahler, que «son los 40 principales de la historia de la música». De forma paralela al encuentro, ha habido un curso de director de orquesta en el que ha participado diez jóvenes; así que en los conciertos verán en lugar de una sinfonía asumida por un director, «por cuatro, y tendrá un cierto morbo y misterio porque a lo mejor la concentración es más difícil de conseguir».

La Jonde seguramente volverá el próximo enero a Zaragoza, pero para José Luis Turina este es el último encuentro como director arístico ya que se jubilará en octubre. «Yo soy de vocación pedagogo y seguro que lo echaré de menos, pero ahora quiero componer», concluye, para luego asegurar que en 2020 «vendré de oyente, que será otra experiencia».