Él es la mitad de Amaral, el genio detrás de muchas de las letras del dúo, aquel cuya identidad niegan algunos, siempre con su inseparable gorro. Es Juan Aguirre, y hoy junto con Eva Amaral son la cabeza de cartel del FIZ, un festival indie al que llegan autodenominándose como «un grupo completamente mainstream».

—¿Por qué hemos tardado tanto en ver a Amaral en el FIZ?

—La verdad es que no lo sé, puede ser que hasta ahora no hayan coincidido las fechas que teníamos disponibles. Lo cierto es que tanto Eva como yo hemos estado en el FIZ como público cuando no estábamos de gira y después de haber tocado en un montón de festivales como el Dcode, el Arenal, el Sonorama y a los dos nos hacía ilusión tocar en uno de nuestra ciudad. De hecho, el plan inicial era acabar nuestra gira Nocturnal en Zaragoza, ya que el Príncipe Felipe fue el lugar donde prácticamente la empezamos, pero nos salió la posibilidad de poder tocar en este festival un poquito antes. Después de más de 50 conciertos, tenemos la sensación de estar cerrando un círculo para abrir otro.

—Además, tengo entendido que ustedes insistieron personalmente en participar, hasta quisieron asistir a la rueda de prensa de presentación del cartel.

—Siempre que hacemos un concierto en Zaragoza intentamos ir a presentarlo. Aunque no vayamos a tocar, ésta sigue siendo nuestra casa y nos gusta pasar tiempo aquí con la familia y los amigos. La verdad es que nos hubiese gustado estar en la rueda de prensa.

—Algunos ‘haters’ no han tardado en saltar para decir que Amaral no pega en un festival alternativo como el FIZ, ¿Considera Amaral un grupo ‘indie’?

—La verdad es que jamás hemos utilizado ese término, ni para afirmarlo ni para negarlo. De hecho, personalmente creo que somos un grupo totalmente mainstream, y estamos muy orgullosos de ofrecer una música que pueda ser consumida por grandes públicos.

—¿Que les diría a todas esas personas?

Me parece muy bien que haya gente que exprese esas ideas, la unanimidad no es buena en casi ninguna faceta de la vida.

—El FIZ les sirve además para estrenar su última pieza, el himno ‘Hijas del Cierzo’, que compusieron recientemente para el Club de Futbol Femenino de Zaragoza.

—Nos empezaron a pedir por las redes sociales que la incluyésemos en el repertorio y no pudimos negarnos. Compusimos la canción entre concierto y concierto. Recuerdo que Eva tuvo la idea de utilizar el río y el viento como hilo conductor, y se grabó una primera versión con una guitarra acústica con su teléfono móvil, siempre pensando en poner en valor una actividad que en principio parecía reservada a los hombres. Creo que Eva tuvo aquella idea por un cierto paralelismo con su persona. De alguna manera ella se veía reflejada en aquellas chicas, ya que ella cuando empezó, siendo muy adolescente en el mundo de la música, tocaba la batería y también parecía que era una actividad más destinada a los hombres. Nunca habíamos hecho nada parecido, y fue algo costoso, nos quedamos muchos días sin dormir, pero fue un gusto. Actualmente la canción ya no es nuestra, es de el equipo y de la gente, de hecho no la hemos incluido en ningún disco.

—Recientemente estalló en las redes sociales una polémica sobre una de sus canciones, ‘Sin ti no soy nada’, a la que algunos colectivos tildaron de machista. Eva ya aclaró estas cuestiones en una entrevista realizada recientemente, pero quería preguntarle por su opinión, ya que según tengo entendido, usted fue el compositor de la letra.

—En efecto, la idea original fue mía. Es cierto que esa canción habla de una relación tóxica y de dependencia emocional. Es algo que puede experimentar cualquier tipo de persona, desde un joven a un adulto o un anciano. No es ni mucho menos nuestro ideal del amor, pero lo cierto es que cuando nosotros escribimos canciones intentamos que sean canciones reales. No podemos saber si finalmente la canción será buena o mala, pero sí que será real y este es un tema que nos ha obsesionado desde el principio. Es como escribir el guión de una película, y de la misma manera que en el cine hay películas que reflejan realidades que no nos gustan Sin ti no soy nada refleja una realidad que nada tiene que ver con una relación ideal, habla de adicción. Hay otras canciones nuestras que hablan de adicciones a otras cosas, como a a determinadas sustancias, pero no por ello quiere decir que nosotros incitemos a su consumo; simplemente contamos lo que hemos vivido. La otra opción es no hablar de las cosas que levantas ampollas, entonces no habríamos compuesto canciones como nuestro primer single en 1998, Rosita, que habla de una niña homeless que pedía dinero en la Plaza de los Sitios, que era donde estaba la escuela de artes donde Eva estudiaba de joven. Podríamos haber hablado de una persona de una zona residencial de Zaragoza, pero no es nuestro estilo. No somos muy dados a escribir canciones de amor ni con finales felices al estilo de Hollywood, no creo que sean las que más abundan en nuestros discos. Todas las canciones que hemos escrito responden o bien a un historia que queremos transmitir o a una sensación que hemos experimentado. Cualquier cosa que sienta un ser humano es susceptible de convertirse en canción. Damos por bienvenida la polémica, ya que cualquier excusa es buena para hablar de este tema. Las canciones, como cualquier tipo de arte, tienen que servir para iniciar debates, eso demuestra que están vivas.

—Hablemos de vuestro último disco ‘Nocturnal Solar Sessions’, un álbum que reproduce íntegramente las canciones de vuestro anterior trabajo ’Nocturnal’ en formato acústico. ¿Temían darse el batacazo publicando prácticamente el mismo disco con apenas dos años de diferencia?

—La verdad es que Nocturnal Solar Sessions salió de una manera mucho más casual e improvisada de lo que se cree, un modo de trabajo que hemos mantenido desde que empezamos a tocar. Nosotros publicamos Nocturnal en Alemania unos meses después que en España a través de un sello diferente. Este sello nos propuso hacer algunas canciones nuevas con el fin de diferenciarlo de su anterior versión, y lo primero que pensamos fue incluir algún directo, pero a Eva se le ocurrió volver a grabarlo con la premisa de que no hubiese guitarras eléctricas, tan solo percusión, violines, acústicas y piano. Lo grabamos en una semana. En principio este álbum no iba a ser publicado en España, pero después pensamos que algunos de nuestros seguidores nacionales no podrían acceder a estas versiones sin volver a comprarse el disco original, ya que en Europa se vendían los dos juntos. De modo que decidimos hacer una edición de muy pocas unidades, prácticamente limitada para nuestro país. La verdad es que nos sorprendió la acogida que tuvo, ya que para nosotros de trataba de un disco atípico lleno de rarezas, una especie de experimento, y desde aquí quiero dar mis agradecimientos a nuestros seguidores, porque ellos consiguieron catapultar, sin apenas campaña publicitaria, este disco a las listas de los hits más escuchados de nuestro país.

—Además se establece una dualidad entre los dos álbumes, el ‘disco negro’ y el ‘disco blanco’ tal y como vosotros os réferis a ellos, ya que uno busca mostrar el ocaso y el otro el amanecer.

—Nocturnal es el disco eléctrico, fue compuesto entre tinieblas, prácticamente de noche, con el sueño cambiado y después de la gira más larga de nuestra historia, que fue la de Hacia lo salvaje, y que duró prácticamente tres años. Por el contrario, Nocturnal Solar Sessions lo grabamos de día, y con un estado anímico muy diferente. Estabamos en medio de la gira española y estabamos muy contentos con lo que estaba ocurriendo con ella.

—Finalizarán su gira ‘Nocturnal’ en próximo 28 de octubre en el antiguo Palacio de Deportes de Madrid, donde además van a aprovechar para grabar un disco en directo. ¿Era una asignatura pendiente?

—La idea surgió durante los primeros conciertos, cuando nos dimos cuenta de que se creaba una química en el escenario que nos parecía especial, era un sonido diferente. Llevábamos bastantes discos sin plasmar ese trabajo sonoro y pensamos que era un buen momento. Queríamos reflejar el aquí y el ahora de la banda.