El colombiano Dasso Saldívar (San Julián, 1951) debuta en la novela pero no es ningún recién llegado. Este periodista, pero sobre todo biógrafo, lo fue de Gabriel García Márquez cuando el nobel ya había puesto coto a todo aquel que quisiera escribir sobre él. El viaje a la semilla, la más completa biografía aparecida en el ámbito español, se publicó en 1997; más tarde llegaría la de Gerald Martin. Aquel trabajo que le llevó más de 10 años y una larga enfermedad renal, por fortuna ya superada, retrasaron el momento de convertirse en novelista. Lo hace ahora con Los soles de Amalfi (Navona) que nada tiene que ver con el pueblecito italiano sino con un lugar de Antioquia, así sin acento, en Colombia, donde el autor pasó su infancia: "Esta novela es un viaje al origen, desde el punto de vista de la gente, maravillosa, y la naturaleza, que para mí fue una especie de paraíso". Pero no hay paraíso sin demonio y al escritor le tocó vivir los ecos de la década de la Violencia, de finales de los años 40 a fines de los 50, que para que quede claro allí escriben con mayúsculas porque fueron los años más sangrientos de la historia de Colombia.

Naturalmente reconoce la influencia de García Márquez --pero también de Juan Rulfo o de Rubén Darío-- aunque las miradas y el estilo de uno y otro tengan poco que ver. "Hay una coincidencia de temas", admite. La muerte de Gabo le pilló de improviso. "Él ya nos había acostumbrado a su ausencia física, pero nunca se está preparado para la muerte". Constata Saldívar la dificultad de acceder a la personalidad de un hombre que vivía ocultándose. "Todo gran creador es una multitud de hombres y a él le molestaba la dimensión académica o la exhibición intelectual, pero podía ser muy erudito y minucioso".

Como al hombre más cercano posible define al autor de El amor en los tiempos del cólera, pero eso claro solo se podía comprobar si, finalmente, accedía a recibirte. "Era un hombre demasiado solicitado y eso le produjo un gran cansancio de sí mismo y de su celebridad. No había nada de coquetería".

Archivos por consultar

Asegura el escritor que en el futuro aún tienen que llegar muchas otras biografías sobre García Márquez porque actualmente todavía hay muchos archivos que no se pueden consultar. Así recuerda cómo Carlos Fuentes le mencionó que tenía unas 20 o 30 cartas en las que se detallaba el proceso de elaboración de Cien años de soledad , pero que prometió a Gabo que no se publicarían hasta 50 años después de su muerte. "García Márquez dejó de escribir cartas cuando se enteró de que algunos de sus amigos las estaban vendiendo".

Respecto a la última revelación sobre el sonado distanciamiento entre García Márquez y Vargas Llosa aparecida en el libro Aquellos años del boom de Xavi Ayén, pero también en el retrato oral de la periodista colombiana Silvana Paternostro, Soledad & Compañía, afirma que la verdad absoluta nunca se sabrá porque Gabo ya no podrá hablar de eso. Recuerda también que en el 2010 se programó una reunión entre ambos. "Al final fue Vargas Llosa quien desistió porque le pareció muy duro saludar a su viejo amigo y que él no le reconociera. Y es una pena porque aquel abrazo hubiera borrado el maldito puñetazo".