Su último trabajo (aunque casi parece osado calificarlo así cuando es solo el tercer disco en lo que es una de las trayectorias más meteóricas de la música española) con el que acaban de empezar su gira (que el viernes recala en la sala Oasis desde las 22.00 horas con las entradas agotadas) se llama El milagro y no es muy difícil imaginar por qué. «Es lo que estamos viviendo. Nos cuesta todavía un poco darnos cuenta de dónde estamos porque vivimos el día a día y cada paso y por eso mismo lo estamos disfrutando. No queda otra que preguntarse cómo hemos llegado a este punto y qué habremos hecho», explica el bajista de la formación, Jess Fabric.

Ante esto, la pregunta es obvia, ¿cómo lo han conseguido?, y la respuesta más sincera aún: «No tenemos ni idea. Supongo que ha sido hacer las cosas con mucha pasión y trabajando mucho que es como sabemos hacer esto y todo lo demás ha venido solo. Yo te puedo decir que nosotros cuando nos juntamos solo queríamos tocar, estar en el local de ensayo uno o dos días a la semana y hacer algún concierto por aquí por Murcia, no teníamos más expectativas que divertirnos. Hay gente que juega al pádel, otros juegan a la consola y nosotros lo que queríamos era tocar como forma de diversión». cuenta con soltura Jess Fabric que, aunque ya es sabido sobre todo por los fans, tiene en su historia el haberse gastado en un bajo el dinero que le dieron sus padres para ropa con 15 años: «La culpa la tienen New Order y Joy Division que los escuchaba bastante por mis padres y me llamaban muchísimo la atención. Un día pregunté ‘¿pero esto qué suena que es?’ Porque la guitarra es algo muy reconocible pero el bajo cuando eres niño si nadie te lo explica es difícil de interpretar así que les dije a mis padres ‘¿ese sonido qué es?’ Un bajo y ahí es cuando dije ‘yo quiero tocar eso y sin saber ni cómo era’».

Cuando se dice que Viva Suecia ha sido uno de los ascensos más meteóricos de la música española puede sonar a exageración pero estamos ante una banda que apenas hace seis años que celebró su primer ensayo en Murcia y desde entonces no ha hecho más que crecer: «Hemos aprendido mucho y evolucionado muchísimo más desde entonces -narra Fabric-. Si me preguntas si hemos cambiado, claro que sí, y gracias a Dios. Al principio solo quieres tocar y no tienes expectativas de salir del local y hacer nada más así que es obligatorio aprender, evolucionar, estudiar y plantearte nuevos retos», reflexiona en voz alta el músico que sigue el hilo: «Es que cuando ves que llegas a más público y que la cosa se pone seria ya tienes que tener una responsabilidad. Ya no solo es tu diversión, la responsabilidad es hacerlo bien. Ya que te ha tocado la lotería, usa bien ese premio, no lo desperdicies», asegura consciente de que con hacerlo bien no basta, hay otros factores inciertos en llegar a lo que se considera el éxito en la música: «Hay mucha gente que se lo merece, no creemos que nosotros lo merezcamos más que nadie, y no acaban de llegar, no se sabe por qué. Nosotros hemos llegado a un punto en el que hemos dejado de decir que los sueños se cumplen porque para la mayoría de la gente los sueños no se cumplen. Esto es una lotería y qué menos que si te toca devolver el cariño y aprovecharlo».

Y es en ese punto en el que el grupo ha conseguido mostrarse tal y como es en toda plenitud. Prueba de ello es El milagro: «Hemos abierto mucho la manera de pensar y nos hemos quitado mucho miedo. Llegó el momento en el que nos dijimos, ‘vamos a ser más valientes’. Escuchamos mucha música, de todo, de los 90 y vamos a ser sinceros en los discos, en el escenario, en definitiva, ser nosotros mismos». Es en este punto donde la conversación llega inevitablemente a otros géneros musicales. ¿Son menos sinceros? «Bueno, cada uno se toma el arte de una manera y es totalmente responsable y legítimo. Hay gente que se lo toma como fuente de ingresos, gente que se lo toma como que se debe a los demás… Todo está bien, lo ideal es que seamos capaces de respetarnos y que tengamos las miras muy abiertas. Es arte y ya está, cuanta más gente haya tocando más universal va a ser», afirma Jess Fabric.

Lo que es innegable es que el ritmo que lleva Viva Suecia casi desde su nacimiento es frenético y lo raro es verles descansar de los escenarios aunque Fabric también matiza la cuestión: «Es verdad que tenemos muchos conciertos y que hacemos muchas cosas (de hecho, el propio Jess Fabric acaba de publicar un libro, Todo un año para cambiar de vida), pero al final consideramos que trabajamos menos que cualquier persona que tiene un trabajo en una oficina de 40 horas semanales. Tenemos mucha más libertad a la hora de tener nuestros horarios salvo las pruebas de sonido o las entrevistas que son cosas que en realidad nos gusta mucho hacer. Es trabajo, sí, pero nos encanta hacerlo por lo que no nos pesa», suelta con alegría el artista.

Ese ritmo les traerá mañana a la sala Oasis donde han colgado el cartel de sold out, algo que está sucediendo bastante a menudo en la gira que acaba de comenzar: «Para nosotros es una alegría que se vendan todas las entradas aunque no deja de sorprendernos que una banda como nosotros que no hacemos una música que le guste a la mayoría lo consiga porque consideramos que aunque hay mucha gente que escucha este tipo de música no somos una banda accesible. Es un orgullo que se vendan todas las entradas pero vuelvo a lo de antes, no nos lo creemos porque sabemos cómo es la música, llevamos una temporada muy buena pero hay que seguir trabajando para cuando lleguen momentos más bajos», afirma Fabric, que tiene clara cuál debe ser la filosofía para afrontar los conciertos: «Lo que hay que hacer es darlo todo porque cada persona que ha pagado una entrada se merece que le des un espectáculo tremendo. Hay que ir siempre con esa premisa». Y ahí entra la capital aragonesa: «En Zaragoza lo hemos pasado siempre muy bien, nos ha tratado genial. Me acuerdo del concierto en la sala López, en el FIZ.. Siempre ha sido la hostia esta ciudad». ¿Qué se puede esperar el público aragonés del concierto? «Va a ser muy especial porque estamos al principio de la gira, estrenando escenografía, set list, canciones... y nos ilusiona mucho porque le hemos puesto mucha ilusión y esfuerzo. Ha sido un proceso tan bonito que llevarlo al escenario es muy emocionante y eso la gente lo ve y ojalá lo disfrute tanto como nosotros», concluye Fabric.