Paranormal, no se sabe, pero fenómeno, seguro. Filas que se prolongaban desde el Coso hasta la plaza de Los Sitios y miles de fans desesperando para poder entrar. Descripción telegráfica de ayer por la tarde minutos antes de que comenzase una nueva edición de Charlas con valor, conducida por la periodista Mari Cruz Soriano, que tenía como invitado a Iker Jiménez. Expectación y público variado, desde seguidores hasta friquis de la cosa inexplicable se dieron cita para escuchar a un vitoriano que asegura no ser presentador de televisión y dedicarse en realidad al estudio "del mundo del misterio".

Soriano preguntó por el origen del interés del invitado por lo paranormal, a lo que él respondió que probablemente obedezca a una serie de hechos que confluyeron en sus años mozos. Vivir en el barrio gótico de Vitoria le permitió que habitualmente "mi abuelo viniera a casa con tallas románicas" que le provocaban esperpento pero que, a la vez, le atraían; también influyó el hecho de que su tío tuviera "una gran biblioteca del misterio" y una noche decidiera "subir al desván a ojear uno de esos libros". El impacto fue brutal, "¡Me produjo un horror impresionante!". Otro factor clave, una noticia en el desaparecido Norte express que rezaba así: "Ovnis sobre Vitoria".

De Belchite a Altamira

"Somos un país que ha despreciado su cultura mítica y legendaria", se quejaba ayer ante el asentimiento del público. Pero, "creo que ahora está cambiando", y eso --barre para casa-- "es gracias al programa".

Hubo tiempo para sus experiencias paranormales, que no son pocas. Desde el ya mítico programa de las grabaciones psicofónicas en Belchite, a un viaje a las cuevas de Altamira, experiencia que, dice, le transformó la vida porque "entró el Iker periodista que se quería comer el mundo y salió un individuo totalmente diferente".

También habló del afán de ocultismo de las autoridades. "El poder está acostumbrado a dar soluciones pero no todo se puede explicar", concluyó entre aplausos.