El yacimiento arqueológico de La Malena en Azuara se encuentra en el tramo final de la segunda fase del plan de restauración aprobado hace un año en el que se escuchaba el grito de auxilio de un yacimiento en grave riesgo de desaparición. La consejera de Cultura del Gobierno de Aragón, Mayte Pérez, visitó ayer el lugar junto al alcalde de la localidad, Joaquín Ignacio Alconchel; y al director general de Cultura y Patrimonio del Gobierno de Aragón, Nacho Escuín.

Esta villa romana, que data de los siglos III-IV y está declarada Bien de Interés Cultural, se caracteriza por sus impresionantes mosaicos, a cuya protección se han destinado buena parte de los esfuerzos económicos del departamento en los yacimientos arqueológicos en estos años, con una inversión que supera los 300.000 euros.

PLAN DIRECTOR / Fue hace dos años cuando ante la gravedad de la situación (el yacimiento se incluyó en la lista roja de patrimonio) se redactó un plan director que marcó las líneas de trabajo y las actuaciones a llevar a cabo en los siguientes ejercicios, incidiendo en la parte suroeste como la primera en la que actuar. En este texto base, se especifican las intervenciones de restauración que se deben realizar antes de cualquier actuación arquitectónica, con el fin de consolidar y preparar las estructuras originales conservadas para poder recibir la estructura que vendrá sobrepuesta.

En ese mismo año, empezaron los primeros trabajos, que consistieron en el cubrimiento de la estancia 26, donde descansa un extraordinario mosaico (Bodas de Cadmo y Harmonía que ha dado la vuelta al mundo). Entonces, comenzó la reconstrucción volumétrica de la cubierta, cuya estructura está ejecutada con pilares de acero, vigas y correas con madera. Además, se llevaron a cabo labores de mantenimiento y limpieza en el yacimiento en colaboración con el Ayuntamiento de Azuara y con los vecinos de la localidad.

Durante el pasado año, se invirtieron más de 200.000 euros en continuar estos trabajos de protección del yacimiento, que incluyeron la consolidación de los restos de muros de mampostería con el seguimiento arqueológico de los trabajos, entre otras actuaciones. Además, se inició la segunda fase de cerramiento de acuerdo al anteproyecto aprobado, prolongando la cubierta ya realizada en 2017 hacia las alas sur y oeste, y protegiendo las estancias 26, 5 y 7 para que se pueda proceder, en sucesivas actuaciones, a la restauración del mosaico que contiene la sala 26.

A partir de este año, comenzará la tercera fase de este cubrimiento, un sistema de cubierta y cerramiento lateral que garantiza la protección del yacimiento excavado, permitiendo la restauración de los restos arqueológicos in situ. Se trata de un planteamiento innovador, una solución singular que pocas veces se ha llevado a cabo, ya que en los ejemplos realizados la protección se suele limitar a la cubierta del yacimiento sin cerramientos laterales.

El objetivo que se persigue es que al final de todo el proceso se tenga una visión precisa de cómo sería la villa romana, se conserven y visiten adecuadamente los mosaicos y que todas las obras que se vayan realizando tengan carácter definitivo.

PROYECTO GLOBAL / Con este proyecto global se quiere conseguir la conservación de un bien patrimonial básico y de los numerosos e importantes mosaicos, pavimentos y restos de pintura mural que lleva asociados. Se trata de notables elementos que, junto a los restos arqueológicos murarios y de antiguas infraestructuras de la villa, se desarrollaron en un contexto arquitectónico, en gran parte desaparecido, y que se pretende recuperar volumétricamente.

El desarrollo de las excavaciones a lo largo del periodo transcurrido desde el descubrimiento de la villa ha ido arrojando informaciones complementarias sobre sus características arquitectónicas, sobre todo del núcleo central. Con lo recopilado, se ha conseguido información básica sobre los restos murarios que ha permitido realizar un planteamiento global que podrá adaptarse a las novedades que se produzcan en los futuros trabajos.

A través de la información extraída, se ha establecido la propuesta de cubrimiento y protección de la villa, que incluye recorridos para su futura visita, salvaguardando los espacios donde se ubica suelo de mosaico y creando plataformas de aproximación desde las estancias que carecen del mismo, una instalación que permite la observación de prácticamente toda la villa. Un plan que depende, eso sí, de la disponibilidad presupuestaria.