Tras sorprender con Las últimas horas, el australiano Zak Hilditch adapta una novella de Stephen King en esta especie de Pozos de ambición con sustos extra. Tan convincente como en La niebla, Thomas Jane encarna a un granjero que asesina a su mujer, con algo de ayuda del hijo de ambos, para quedarse con unos cuantos acres de tierra. Pésima idea si tu intención es vivir sin culpa. Hilditch, apoyado por un increíble score de Mike Patton, cuenta este descenso a los infiernos con rara paciencia y algún que otro arrebato de intensidad. Posiblemente la mejor de las muchas adaptaciones de King estrenadas este año. Disponible en Netflix.