En su enésima declaración de guerra a un gobierno que, en su opinión, les desprecia, la industria cultural exigió ayer en Madrid la retirada de la ley de propiedad intelectual, conocida como ley Lasalle. En un abarrotado Círculo de Bellas Artes, artistas, autores y productores gritaron que no querían esa norma. Sobre todo por dos motivos.

El primero, el hecho de que esta ley consagra la compensación por las copias privadas que el público realiza de discos, películas, videojuegos o libros se mantiene con cargo a los presupuestos generales del Estado y no a la industria tecnológica. Desde la supresión del canon, los fabricantes han dejado de pagar a las entidades de gestión de derechos de autor una cantidad que ronda los 115 millones de euros. Ahora, es el gobierno el que saca una partida de los presupuestos del Estado para pagar a las entidades. Según la industria cultural, se trata de un sistema injusto que, además, está siendo cuestionado por los tribunales de justicia. "No pedimos privilegios. Los titulares de los derechos deben seguir trabajando, pero parece que el Gobierno mira para otro lado. Pedimos a Europa que nos rescate", sentenció el compositor musical Luis Cobos, presidente de AIE de Artistas Intérpretes.

INTERVENCIONISMO

El otro motivo por el que los creadores gritaron "no a la ley Lasalle" es el "intervencionismo" que el gobierno realizará en las entidades como SGAE (autores), AISGE (artistas) y EGEDA (productores). La norma establece un catálogo de sanciones si las sociedades no actúan con la transparencia demanda.

Los artistas criticaron al gobierno por no considerar la cultura un bien fundamental de la sociedad y seguir manteniendo el IVA cultural más alto de la zona euro. "La verdadera marca España es la cultura. Pero solo en el 2013 se destruyeron 25.000 empleos en nuestro sector, que, por cierto, representa el 3% del producto interior bruto", sentenció el presidente de la SGAE, José Luis Acosta.

AGUA FRENTE A CINE Y SERIES

Varios de los asistentes mostraron su indignación. El cineasta Benito Zambrano puso un ejemplo muy gráfico: "En un hotel cercano a este teatro una habitación cuesta 132 euros. Al hotel le cuesta 30 céntimos la botella de agua que pone a disposición de sus clientes. Y por todo el contenido de películas y series paga 28 céntimos. Y a eso lo llaman tarifa abusiva". El actor y productor teatral Pepe Viyuela hizo hincapié en que Holanda también decidió subir el IVA cultural del 6% al 21%. "A los cuatro meses dio marcha atrás. ¿Por qué nosotros no?".