En los últimos tiempos Galicia se ha convertido en un estupendo escenario de cine que da buena cuenta de su diversidad. Desde potentes 'thrillers' como 'Quien a hierro mata', de Paco Plaza a películas de autor tan bellas como 'Lo que arde', de Oliver Laxe, pasando por miniseries de Netflix como 'El desorden que dejas', de Carlos Montero o grandes éxitos televisivos como 'Fariña'.

Pero quedaba un género por explotar, la comedia. Es lo que ha intentado rescatar 'Cuñados', una producción de Portocabo que pone el acento precisamente en reivindicar el humor gallego que, como dicen sus responsables se caracteriza por la retranca. "Nosotros echamos el chiste y necesitamos que el oyente lo concrete, lo acabe de entender por su cuenta. Cortamos el pisto por la mitad", dice Toño López, director de la película. "Y, sobre todo, nos gusta reírnos de nosotros mismos, sin hacer daño a nadie".

'Cuñados' transcurre en Ourense y se empapa de sus particularidades. Aunque no tiene mar, es donde mejor se prepara el pulpo, de allí procede la denominación de origen del vino Ribeiro y son hinchas del COB, club de baloncesto. Todas esas características idiosincráticas están presentes en una película en la que en vez de narcotraficantes hay pulpotraficantes, las protagonistas son dueñas de una bodega y a uno de los antihéroes lo llaman Sabonis. El pintoresquismo se convierte así en una base constitutiva, como también lo fue en películas como 'Ocho apellidos vascos' u 'Ocho apellidos catalanes'. Comedia con pedigrí autóctono.

Riqueza local

"Antes toda la producción se centralizaba en Madrid, y eso le daba una pátina de homogeneización. Se borraban los rasgos característicos de cada zona y, por ejemplo, no había acentos. Al abrir la producción (y la mente) se ha podido reivindicar la riqueza local enriqueciendo los audiovisuales de cada parte del territorio", cuenta Araceli Gonda, responsables del guion junto a Pepe y Jorge Coira (el equipo de 'Hierro'). "Lo que intentan en Portocabo es que el escenario sea un personaje más, que participe activamente en la historia, la modifique, de forma que si ocurriera en otro sitio sería completamente diferente", continúa Toño López.

Se trata de un proyecto pensado exclusivamente para el trío de intérpretes protagonista, formado por Xosé A. Touriñán, Miguel de Lira y Federico Pérez Rey. "Con esos tres actores, lo normal era hacer una comedia y enseguida nos atrajo la idea de que fuera gente muy normal que se mete en la delincuencia por necesidad. Pero nos les da para ser malos, añade Gonda. "Queríamos jugar con la picaresca y alejarnos de los tópicos. Puede que haya empanada, pulpo, pero nada de droga, que es con lo que siempre se suele relacionar con Galicia".

Por supuesto, desde el principio la película estuvo pensada para ser hablada en gallego. "Creo que es el momento de encontrar nuestro espacio dentro de la industria nacional. La televisión de Galicia hizo un gran trabajo potenciando el audiovisual y muchos profesionales nos formamos allí, hay una gran cantera y, dado nuestra forma de ver el trabajo como algo constante, es lógico que en algún momento tuviera que explotar. Hacíamos cosas desde una esquina de España y ahora hay mucha gente que se fija en esa esquina".