Gracia Querejeta fue la encargada de cerrar el ciclo Las películas de los demás, que ha coordinado Adrián Domínguez, donde realizadores y guionistas han visionado hablado en el museo Pablo Serrano de aquellas cintas que les han marcado personal o profesionalmente. La directora de Ola de crímenes o 15 años de un día eligió Thelma y Louise.

-¿Por qué esa elección?

-Primero porque me gustó mucho cuando la vi, aunque han pasado muchísimos años, pero también porque es una película que he revisitado, sobre todo cuando fui a hacer Cuando vuelvas a mi lado, porque quería de alguna manera inspirarme, si no calcar, muchos de los planos de las chicas en el coche. Es una peli que he estudiado con especial interés desde el punto de vista técnico, incluso.

-¿Qué es lo que más le gusta de ella?

-No sé, me gusta mucho la historia, los giros que tiene la película, porque empieza siendo una comedia y acaba siendo algo totalmente distinto. Es una película multigénero, que toca distintos palos y creo que los toca muy bien.

-¿Es más fácil hablar de sus películas o de las películas de los demás?

-(risas). Mucho más fácil hablar de las películas de los demás, sobre todo si son películas que a uno le gustan mucho.

-Al igual que ‘Thelma y Louise’, su próxima película, ‘Invisibles’, está protagonizada por mujeres. ¿Tienen algo que ver?

-(piensa). No recuerdo qué edad tenía Susan Sarandon en esta peli, pero es un poco más joven que mis invisibles, pero sí puede tener algo que ver en esa cosa de la necesidad de desmarcarse de lo que la sociedad, de pronto, nos coloca a las mujeres cuando vamos cumpliendo años, sobre todo.

-¿Son invisibles por ser mujeres o por tener una determinada edad?

-Son perfectamente visibles, lo que pasa es que en determinados sectores, en determinadas circunstancias o incluso puede que ellas mismas lleguen a verse invisibles; lo son fundamentalmente por ser mujeres y lo son también por cumplir determinados años, por ambas cosas.

-¿En qué fase se encuentra actualmente la película?

-El montaje de imagen está terminado y estamos ya con toda la parte de sonido y de posproducción. Yo creo que tendremos la peli terminada a finales de julio. Es una película que hemos rodado muy rápidamente, porque la rodé en 18 días, parece increíble pero es así.

-¿Ya tiene la fecha de estreno?

-No sabemos todavía, eso depende mucho de los distribuidores y de encontrar una fecha adecuada, que no es nada fácil.

-Emma Suárez, Adriana Ozores y Nathalie Poza son las protagonistas, tres actrices en mayúsculas. ¿Desde el primer momento pensó en ellas como en sus ‘invisibles’?

-La primera que supo de este proyecto fue Adriana Ozores hace… ni me acuerdo los años, porque es una película que a pesar de ser una película pequeñita, hemos tardado mucho en poder levantar. Yo tenía muchas ganas de trabajar con Emma Suarez y Nathalie ha sido la tercera que ha entrado en el proyecto, pero ahora no se me ocurren unas protagonistas mejores que ellas para la película.

-La historia gira en torno a tres mujeres que quedan para pasear…

-Ellas quedan una vez a la semana para pasear y les van ocurriendo un montón de cosas, porque la película transcurre en diez semanas, así que es la vida de estas mujeres a lo largo de diez semanas, todo lo que les ocurre, que son muchas cosas, como lo comparten, cómo no lo comparten, en qué están de acuerdo, en que están en desacuerdo, y como se sienten frente a sí mismas y frente al mundo que les rodea, tanto laboral como desde el punto de vista personal y familiar.

-¿Es una película femenina o no le gustan las etiquetas?

-Es una película indudablemente femenina porque está protagonizada por tres mujeres.

-Y dirigida por una mujer.

-Sí, también, pero bueno... yo creo que es una película en la que aparecen hombres, y muchos hombres también se sentirán reconocidos en muchas cosas de lo que estas mujeres cuentan.

-¿Qué tenemos que hacer para dejar de ser invisibles?

-Creérnoslo, lo primero. Creer que podemos seguir siendo visibles por siempre y para siempre. Pero sobre todo hace falta también cierta conciencia social y dejar atrás todo aquello que hemos aprendido y que llevamos ahí como una mochila de piedras, independientemente de que ya las mujeres de mi generación o muchas de nosotras ya hayamos vivido más tiempo en libertad que sin libertad, pero aún así seguimos llevando una carga de cosas de la que todavía no nos hemos desprendido y debemos desprendernos. Y socialmente creo que se debe ayudar a que la mujer se pueda desprender de esas cargas casi ancestrales.