Aún desconoce si podrá asistir al estreno de Desde la orilla (yetifilm.es), película a concurso en la categoría de mejor largometraje nacional de Ecozine. «Estoy gestionando ya mi viaje desde Catar, donde hasta salir del país requiere permisos firmados», asegura vía e-mail su director, Jorge Yetano.

-¿Qué hace un aragonés en Catar?

-En 2012 me llamaron para dirigir un documental para la televisión de Catar sobre la cumbre de la ONU del cambio climático. Era un encargo de una productora para la que ya había codirigido una docuserie en Palestina. Comenzaron a llamarme para otros proyectos y empecé a trabajar como independiente para productoras locales y para canales y agencias como BBC, FOX, CNN, AP, también proyectos mas independientes y arriesgados. Además de trabajar, paso calor, estudio árabe y echo de menos Zaragoza. La verdad es que estoy en Catar porque puedo trabajar en lo que me apasiona con buenos medios y condiciones, pero si tuviera trabajo en Zaragoza, mañana mismo cogería un vuelo.

-¿De dónde surgió la historia de ‘Desde la orilla’?

-La decisión inicial salió un poco de las entrañas, de la necesidad de hablar de la bancarrota financiera y moral en la que estábamos sumidos y de la que no habíamos recibido una explicación satisfactoria. En una escapada por carreteras secundarias fui a parar a un pueblecito de la costa de Castellón, Cap i Corp. El nombre ya me sedujo, pero me sorprendieron más sus playas casi vacías en pleno verano, la ausencia de apartamentos... el contraste con las poblaciones vecinas era brutal. Quería saber por qué este enclave rural había salido prácticamente intacto del frenesí inmobiliario y del turismo masivo y empecé a preguntar. Así fue como comenzó Desde la orilla.

-¿Qué le atrajo de esos personajes que luchan contra la especulación?

-El hecho de que tuvieran el coraje de enfrentarse a su propia comunidad si era necesario, de que editaran un periódico artesanalmente y, sobre todo, el hecho de que lo repartieran casi clandestinamente. Si en un país democrático hay que repartir un periódico clandestinamente, es que algo va muy mal.

-¿Qué se ve desde la orilla?

-Se ve y se siente lo duro que es defender aquello en lo que uno cree, la desigualdad de condiciones cuando trabajas desde los márgenes. Les pasa tanto a los personajes como al equipo de esta película, que la ha levantado a pesar de muchas dificultades.

-¿Cómo definiría a Juan, el protagonista?

-Creo que Juan se define a sí mismo con sus palabras y sobre todo con sus actos, y eso está en la película.

-¿Cómo son esos ‘sanchopanzas’ que están a su alrededor?

-Son un grupo muy heterogéneo, una patrulla X costera. Funciona porque su batalla no es política. Sí que les mueve un ideal, un ideal de sostenibilidad, pero están luchando por defender su tierra, sus casas y sus derechos.

-Cap i Corp es un pequeño pueblo pero podría ser el reflejo de todo un país, que apostó por la especulación y la corrupción.

-La historia que se cuenta habla en cierto modo de todo el país y de cuestiones que nos afectan a todos. En Cap i Corp, estos vecinos han librado sólo una pequeña batalla, pero al hacerlo han demostrado que hay otro futuro posible para su pueblo, no sólo el que trataba de imponer un entramado de intereses lucrativos.

-Editan un periódico donde se van publicando las noticias, algunas de las cuales no gustan a una parte de los vecinos.

-Claro, el Anem Anant se enfrenta de manera directa a una parte importante de la comunidad. Cuando denuncian la corrupción o el clientelismo profundamente enraizados, se están enfrentando a sus vecinos, literalmente.

-El documental muestra, exagerando un poco, dos bandos. ¿Cómo es la vida en el pueblo; se vive esa tensión?

-Sí, se vive. Y también el silencio. En las comunidades costeras, el monocultivo del ladrillo es tan extremo, que para muchos es inimaginable otro tipo de desarrollo. Es muy difícil ver mas allá del beneficio a corto plazo que traen los turistas: cuantos más turistas mejor, cuantos más apartamentos mejor. Todo el mundo depende de ello para ganarse la vida y eso crea tensiones muy fuertes.

-¿Usted toma partido?

-Sí. El documental en el que yo creo no persigue una objetividad, por otro lado imposible. El punto de vista documentado diferencia a un documental de un reportaje. La toma de posición es inevitable cuando se busca hacer cine, y sin embargo, los personajes de Desde la orilla que representan visiones opuestas son tratados con justicia, con respeto, con ternura incluso. Según mi modo de entenderlo, el documental acerca la cámara a las personas y las situaciones con sensibilidad y respeto para dar vida a las historias. Filmar para mí es observar, escuchar y aprender. Al final, Desde la orilla quiere hablar de un nosotros.

-Lleva varios años con este documental, ¿por qué ha costado tanto sacarlo adelante?

-Fundamentalmente porque la vida y la profesión me llevaron lejos, a otro continente, a otros proyectos. Además Desde la orilla es un documental completamente independiente y autofinanciado y trabajar así te da mucha libertad, pero también resulta solitario y duro.

-El equipo es en su mayoría aragonés.

-Las historias no pertenecen a nadie, no tienen fronteras autonómicas. Ningún miembro del equipo es de esta zona de Castellón, pero al final la película habla de valores universales y de la sociedad en la que vivimos. Desde la orilla es tan nuestro, del equipo, como de las personas que dan vida a la historia.

-¿Se ha visto en festivales?

-No se ha visto nunca: el 13 de mayo (a las 22.00) estrenamos en Ecozine y ¡queremos que venga mucha gente! Nos hace especial ilusión hacerlo en Zaragoza, porque el equipo lo formamos casi íntegramente aragoneses exiliados deseando volver. Es un momento muy emocionante, después de tanto tiempo trabajando en la película por fin la vamos a dar a ver y dejará de ser solo nuestra.

-Y, ¿qué supone para usted estrenar en Zaragoza?

-¡Pues estoy emocionadico! Poder ver el fruto de tu trabajo en la pantalla grande de la Filmoteca de Zaragoza (en la que trabajó una temporada) y en tu casa, con tu gente, es una recompensa importante y va a ser una experiencia muy intensa.

-¿Qué camino tiene el documental?

-El estreno será un momento importante para saber cómo la reciben los primeros espectadores. Le daremos un recorrido por festivales, pero me gustaría que tuviera acceso un público más amplio: espero que a la televisión le interese, porque Desde la orilla habla sobre una situación social muy característica de nuestro país, y de cuestiones que nos tocan a todos: la manera en que vivimos en sociedad, las consecuencias de la avaricia de algunos y el silencio de los demás y el amor a la tierra que habitamos.