El escritor Miguel Delibes comentó ayer en el programa de radio Autor, Autor que en este momento de la vida lo único que le falta por hacer "es morirme", subrayando que lleva ya seis años viviendo una "especie de post-operatorio" que parece no tener fin y que le lleva a sentirse "harto de vivir".

El autor de Cinco horas con Mario , quien valoró como los mejores años "para llevar una vida tranquila y muy aprovechable, son de los cincuenta a los setenta", reconoció que ha vivido mucho más "en la vida de mis personajes que en la propia". Sin embargo, su vida personal se ha visto colmada con unos hijos, de los que se siente orgulloso, y con el amor, "un complemento muy necesario", apostilló.

La gente considera al autor vallisoletano una excelente persona, algo que siempre ha pretendido porque "es mucho menos penoso ser buena gente que mala gente". Si bien, también admitió que "Delibes también tiene sus puñetitas".

A sus 83 años, Delibes sopesa detenidamente su vida y encuentra a "un hombre que no puede escribir y es su dedicación la escritura, que no puede cazar y es cazar su pasión, que no puede montar en bicicleta y la bicicleta es lo que le divierte", por lo que piensa que "ya que no vale la pena y tampoco hay que estrujar la vida de esta manera tan insensata que la estrujamos".

Delibes habló en Autor, autor de su última obra, España 1936-1950: muerte y resurrección de la novela , que define como sus "opiniones de los escritores de la posguerra inmediata". El autor de El Hereje ha recopilado estos textos de su primera vida literaria porque "no podía abarcar --explicó-- todo el panorama de nuestra novela del 36 a hoy". Pero en este periodo no pudo incluir al que destaca como mejor novelista de los 50, Rafael Sánchez Ferlosio.