"El mayor problema del rodaje fueron los bebés", afirma con convicción absoluta el director Brad Silberling al recordar lo que fue tener a una veintena de niñas en pañales en el plató, para rodar diferentes planos de la pequeña Sunny. En la primera semana de trabajo, Silberling vivió la extraña experiencia de tener que despedir a unas trillizas de tres años. "No podían estar separadas. Cuando nos llevábamos a una para rodar, todas se echaban a llorar". Silberling las relevó por las simpáticas mellizas Hofman. Para las secuencias más generales se recurrió a una legión de extras con chupete.

Además de los niños, Carrey, Streep y Law, el reparto se completa con los británicos Bill Connolly, en el papel del compasivo tío Monty, con su gran colección de serpientes, y Timothy Spall, como el señor Poe, un albacea bien intencionado pero no muy perspicaz.