El futuro Teatro Fleta no será, definitivamente, un gran teatro de la ópera, tal y como estaba previsto en el proyecto original. La consejera de Educación, Cultura y Deporte, Eva Almunia, reconoció ayer la imposibilidad de llevar adelante estos planteamientos, tanto por las dimensiones disponibles en el escenario, como por los costes que supondría "y que no veíamos prudente asumir".

Por estos motivos, el Gobierno aragonés ha decidido modificar el proyecto y replantear los usos del centro "de forma que sea compatible como espacio para artes escénicas, con óperas de formato especial, teatro y danza, y como palacio de congresos". De igual forma, y ante la imposibilidad de llegar a acuerdos con la constructora sobre los costes del modificado del proyecto, la DGA negocia rescindir el contrato a la UTE adjudicataria, "un proceso que se está llevando a cabo, pero todavía no ha concluído", apuntó la consejera.

Eva Almunia hizo públicas estas decisiones ayer en el pleno de las Cortes de Aragón para contestar a una interpelación de la diputada de Chunta Aragonesista Nieves Ibeas, quien a su vez calificó de "tomadura de pelo a la ciudadanía" la actuación de la DGA en relación con el Fleta, "pues hemos estado pagando entre todos una propaganda oficial que nos vendía algo que era imposible", y estimó que la situación creada con el centro escénico "debe tener un coste político". Una petición que también secundó, tras la sesión, el portavoz de Cultura del Partido Popular, José María Moreno Bustos.

AIRES DE GRANDEZA

Ibeas lamentó "los aires de grandeza del gobierno" al plantear la creación de un gran teatro de la ópera, "cuando es un insulto a la inteligencia, pues todos los expertos decían que eso en este edificio era imposible y sólo hace falta ver los planos para constatarlo", y arremetió contra los trabajos realizados para tratar de adaptar el edificio a este uso "que han significado no una rehabilitación, sino la destrucción de un edificio catalogado del que sólo se ha respetado la fachada".

La diputada de CHA respondía así a un discurso en el que la consejera detalló los motivos que había llevado al gobierno a tomar la decisión de reorientar los planes del Fleta, pero en el que evitó extenderse en otras cuestiones sobre infraestructuras culturales en Aragón a las que aludía la interpelación de Ibeas.

Así, Eva Almunia se centró en las dimensiones de espacio que los escenarios para grandes óperas requieren, y que en el Fleta no se pueden conseguir: "Los escenarios de ópera deben ser cuatro o como mínimo tres, el visible al público y otros que permiten el cambio rápido de decorados durante los actos. Estas soluciones se plantean en horizontal, mientras que aquí sólo permitían plantearlas en vertical, además de no poder contar con un foso de orquesta que pueda acoger a formaciones de más de 80 músicos". La visibilidad reducida en algunos extremos de la sala, la específica sonorización que se requeriría, y la necesidad de conservar "las esencias del diseño original del edificio" fueron otros argumentos esgrimidos por Almunia para desechar la construcción de un gran teatro lírico.

Por este motivo, se requiere una readaptación de usos del espacio "en el que, además de danza y teatro, puedan también realizarse óperas de formato especial" , es decir, de formato más pequeño y adaptable, como suelen programar el Arriaga de Bilbao, el Kursaal de San Sebastián o la Maestranza de Sevilla.

Además, se busca que el espacio del Fleta tenga las características de un "modelo flexible", que permita usos que hagan rentable y viable su gestión, por lo que se ha estimado necesario adaptarlo a Palacio de Congresos. De igual forma, Eva Almunia señaló que, ante la imposibilidad de convertir el Fleta en un gran teatro lírico, "estamos en conversaciones con el Ayuntamiento de Zaragoza para plantear la construcción de un gran escenario operístico de nueva planta".