Nada ventolero, por supuesto rosconero y cada vez más cultural. La festividad de San Valero se afianza año tras año como una de las fechas más importantes para los museos municipales de la ciudad, que este miércoles volvieron a abrir sus puertas de par en par para la ocasión. Visitar una exposición o acudir a un concierto se ha convertido en una tradición más para muchos zaragozanos en el día de su patrón, algo que, sin duda, enriquece la festividad. El tiempo acompañó con una temperatura impropia de un 'sanvalero', lo que hizo que la gente se lanzara en masa a la calle. Según fuentes del ayuntamiento, más de 12.000 personas visitaron a lo largo de todo el día alguno de los museos municipales.

«Como se ha quedado tan buena mañana nos hemos bajado con los niños y vamos a aprovechar para visitar algún museo antes de ir a los cabezudos», explicaba Manuel Corchón mientras hacía fila para entrar en el Museo del Foro, que recibió más de 1.500 visitas en todo el día.

El espacio, que guarda los restos de la antigua ciudad romana, había programado visitas teatralizadas en las que un actor caracterizado de César Augusto se encargaba de explicar las obras públicas de la ciudad en aquella época. La actividad fue todo un éxito y el museo tuvo que colgar durante casi toda la mañana el cartel de aforo completo, por lo que la gente tenía que esperar pacientemente a que le tocara su turno. «Hemos estado casi una hora para entrar», lamentaba Daniel, que también había acudido con sus hijos.

Lo mismo sucedía unos metros más allá, en el Museo del Teatro de Caesaraugusta, que también había programado visitas teatralizadas. En este caso, sin embargo, solo se habían organizado dos pases (a las 11.15 y a las 12.45) y estaban completos desde hace una semana.

Las filas también fueron recurrentes en la Lonja (recibió casi 5.000 visitas), donde tampoco había que pagar par entrar. «La verdad es que la exposición en sí nos da un poco igual, es más por entrar a ver la Lonja por dentro», reconocía Noelia Avellaned mientras aguardaba en la cola.

A eso de las 12.30 horas el abrigo ya les empezaba a estorbar a muchos de los que paseaban por la plaza del Pilar, mientras los niños esperaban para hacerse fotos junto a la Unidad de Caballería de la Policía Local.

El preferido de los niños

Sin duda, el museo que más triunfó entre los más pequeños fue el del Fuego. «Lo que más me ha gustado han sido los camiones antiguos», decía Lucas al salir del edificio de la calle Ramón y Cajal.

También arrojó muy buena entrada el Pablo Gargallo (más de 2.000 personas), que por momentos tuvo que colgar el cartel de aforo completo. «Llevamos una mañana de maratón de museos; hemos estado en la Lonja, en el de Goya y ahora en este», destacaba Carmen poco antes de la una y media de la tarde.

Los propios trabajadores de los museos municipales se sorprendieron de la gran respuesta ciudadana. Alguno incluso se preguntaba cómo era posible que estuvieran tan llenos de gente cuando normalmente están medio vacíos y la entrada en todos ellos no suele superar los tres euros. Algo, no obstante, que es habitual. Sucede lo mismo el Día Internacional de los Museos (18 de mayo), cuando la entrada también es libre. «Qué se le va a hacer, a los españoles nos gusta lo gratis», intentaba resumir David Hernández nada más salir del Foro Romano.

Como novedad de este año, los depósitos de Agua de Pignatelli (en el parque homónimo) abrieron sus puertas para realizar visitas teatralizadas, mientras que la Asociación de Vecinos Tío Jorge Arrabal organizó recorridos guiados al Centro de Interpretación de San Lázaro.

Por su parte, el Centro de Arte y Tecnología Etopia del barrio de La Almozara también celebró una jornada de puertas abiertas para dar a conocer sus equipamientos y actividades.

Música y teatro

La música también fue protagonista ayer. Quizá no tanto como hace seis o siete años, cuando el Roscón Rock inundaba de bandas el paseo Independencia y todo el Casco Histórico, pero casi. El Festivalero, que se organiza en colaboración con Aragón Radio, subió al escenario de la plaza San Felipe a grupos como Bonhomia o The Poncho’s.

Poco antes, a eso de las 11.00 horas, la Banda de Música de Las Fuentes tocó en la plaza de San Pedro Nolasco y a las 12.00 actuó la banda Las Peñetas de Miralbueno. Como no podía ser de otra forma, también hubo espacio para las jotas y la plaza del Pilar acogió las actuaciones del grupo Estampa Baturra y Xinglar.

La jornada concluyó con teatro: en el centro cívico Estación del Norte, Teatro Jeribeque representó la obra '¿A qué piso va?' y en el Mercado se puso en escena 'No más besos'.