Cuando llega el 23 de abril, miles de ciudadanos en Aragón pueblan las calles para conmemorar su amor por la literatura y su pasión por los libros con cuentacuentos, música, lecturas dramatizadas e historias de todo tipo. En Zaragoza la cita se ha convertido en un referente cultural dentro de la ciudad, tal y como lo avalan las cifras de asistentes. Al menos, otros años esto era lo que sucedía cuando llegaba el día de puesta de largo de los libros. En esta ocasión, la crisis sanitaria provocada por la expansión del coronavirus, ha obligado a posponer este evento hasta un nuevo aviso en función de la evolución de la pandemia.

En este sentido, César Muñío, presidente de la comisión permanente de libros (Copeli) y gerente de la Librería París comentó cuáles habían sido los principales motivos que les habían llevado a la conclusión de aplazar el evento: «Desde antes de que se proclamase el estado de alarma nosotros, desde Copeli, ya estábamos en constante comunicación ante la posibilidad de que hubiera que posponer no solo el Día del Libro, sino también la feria que se organiza unos meses después. La decisión que se ha tomado es la de paralizar provisionalmente el evento. Nadie está hablando de no llevarlo a cabo, pero por una parte, nosotros tenemos nuestras dudas acerca de que todo esto vaya a acabar en dos o tres semanas; y por otra, aunque acabe el confinamiento, no creemos que vaya a finalizar la cuarentena y que la gente directamente vaya a acudir desde el principio a actos con aglomeraciones», explicó Muñío.

El presidente de la comisión permanente de libros valoró que suponía el hecho de que se pospusiera el Día del Libro o incluso de que no llegase a celebrarse este año: «Para nosotros supone mucho. En primer lugar, supone perder unas vente es posible que ya no vayamos a tener. Por otra parte, en Zaragoza el Día del Libro había logrado situarse dentro de los referentes culturales de la ciudad, así lo garantizan los miles de aragoneses que todos los años llenan los puestos de Independencia por estas fechas. Por otra parte, hemos perdido una oportunidad en la que los medios de comunicación suelen hablar bastante de los libros y novedades que tenemos. Y eso es algo esencial para nosotros, en un sector que sentimos que siempre se ha encontrado huérfano necesitamos ocasiones como estas en las que se hable de libros. Sin embargo, creemos que será tan solo un aplazamiento y que dentro de poco podremos disfrutar de este día aunque no sea en la fecha que todos teníamos pensada en un inicio».

Por otra parte, César Muñío comentó cómo estaba afectando al sector de los libros en general durante el estado de alarma y la cuarentena. «Nos está repercutiendo del mismo modo que a todos dentro del sector de la cultura creo. En estos momentos creo que apenas existen unas pocas distinciones entre nosotros y otras librerías, o entre nosotros y otros sectores dentro de la cultura. Al igual que en todas partes nosotros también tuvimos que cerrar las librerías por el decreto de confinamiento y estamos a expensas de ver lo que sucede con las actividades que teníamos en mente durante los próximos meses», aclaró.

Sin embargo, el presidente de la comisión permanente de libros (Copeli) incidió en que la prioridad en estos momentos debía ser la salud, y que la cultura quedaba en un segundo plano hasta que la situación mejorase. «Ahora estamos viviendo unos momentos en los que la prioridad no puede ser otra aparte de la salud, todo lo demás se encuentra relegado a un segundo plano. Después de pasar estos días de cuarentena en los que estamos todos muy pendientes de las últimas noticias y muy preocupados por lo que pueda pasar, me parecería algo bastante miserable ponerme a hablar de cómo afectará a mi negocio. No es momento, cuando se todo eso ya veremos qué podemos hacer y lo arreglaremos», concluyó con la esperanza para el futuro.