TITULO Del modernismo a las vanguardias. Dibujos de la colección de la Fundación Francisco Godia

LUGAR Museo Pablo Gargallo

FECHA Hasta el 28 de noviembre

Dado el problema de indefinición del término modernismo, lo más aconsejable es utilizarlo para referirnos al movimiento cultural que transcurre en España, sobre todo en Cataluña, desde finales del siglo XIX hasta comienzos del siglo XX, con la decidida pretensión de modernizar todos los ámbitos y estructuras del país. Como señalan los especialistas, nuestro modernismo, de imposible traducción a otro idioma occidental, incorpora tendencias y estilos europeos tan distintos como el naturalismo, el simbolismo, el impresionismo o el Art Nouveau , denominaciones que han de seguir manteniéndose puesto que en modo alguno pueden ser sustituidas por la falta de concreción de la palabra modernismo. Su imprecisión explica que ni siquiera quienes lo acuñaron supieran realmente a qué se estaban refiriendo. Y el problema persiste en la actualidad, como podemos comprobar en la visita a la exposición que la Fundación La Caixa presenta en el Museo Pablo Gargallo. Si su título, Del modernismo a las vanguardias , hace exclusiva mención al periodo cronológico en que fueron realizadas las obras seleccionadas, el pretendido didactismo que guía la muestra fija su recorrido en una estructura temática que pasa por alto lo más importante, las peculiaridades estilísticas. La razón podría deberse a que la lógica limitación de los extraordinarios fondos de la Fundación Francisco Godia (Barcelona) impone un tipo de propuesta meramente ilustrativa de un periodo concreto vinculado a Cataluña. De todos modos, parece que todo participa de todo en esta propuesta narrativa, y sin embargo la visión y las referencias de sus autores fueron bien distintas.

Del conjunto destacan los dibujos de estética realista tan aburguesados de Ramón Casas, ya sin el carácter crítico de años anteriores, y el realismo decorativista y glamuroso de los realizados por Xavier Gosé, tan influido por el japonesismo . Las influencias de Toulouse-Lautrec y Degas no pasan inadvertidas en las magníficas obras de Opisso, con escenas de aire bohemio, triste y marginal. El expresionismo miserabilista de Nonell muestra su rechazo a las consecuencias nefastas de la industrialización y la sociedad del consumo en los más desfavorecidos. Los autores mencionados compartieron inquietudes con Canals, Pitxot, Mir y el joven Picasso, retratados por sus compañeros en Els quatre gats .

Aun cuando la exposición subraya la importancia que el dibujo adquiere en este periodo como género independiente vinculado con el desarrollo de la ilustración gráfica, responsable por otro lado de la difusión de las tendencias incluidas en el modernismo, se dedica un apartado al dibujo como estudio con obras de artistas muy diferentes en un arco cronológico tan amplio que incluso trasciende el propuesto.