De la «pasión y, sobre todo, la curiosidad», por mirar las estrellas de noche surge ¿Cuántas estrellas puedes contar?, de la compañía Títeres sin cabeza, que se estrena mañana sábado (18.00) y el domingo (12.00 y 18.00), tras dos intentos fallidos anteriores por la pandemia, en el Teatro Arbolé.

Así lo explica Alicia Juárez, autora del texto y miembro junto a Fernando Martínez de Vega de la compañía: «Todos hemos pasado por esa fase de buscar y querer saber cómo encontrar las estrellas... Así que te diría que la idea para esta obra sale de la pasión por la astronomía combinada con cómo han afrontado este asunto las diferentes culturas», asegura Alicia Juárez justo antes de entrar en materia con una pasión que justifica ya cualquier historia que haya decidido narrar: «Uno de los cuentos que contamos está basado en una leyenda japonesa que explica por qué las estrellas están en el cielo. Es la historia del Tanabata. Cuenta que la razón es que se conocieron el pastor de estrellas encargado de conducirlas y la encargada de que el cielo fuese negro y de tejer el manto de la noche. Cuando se conocieron, se despistaron, las estrellas se escaparon y pastaron por todo el cielo y ya no se pudo recuperar...». Y es que ¿Cuántas estrellas puedes contar? está conformada por tres historias. A esta leyenda japonesa hay que sumar una que habla sobre la primera astronauta norteamericana, «que acabó siéndolo porque respondió a un anuncio del periódico de la NASA que buscaba a alguien. En ese sentido, los rusos les llevaban muchos años de ventaja», dice Juárez, que también desvela que la tercera historia que conforma esta nueva producción, «habla de una manera simpática, y para los niños, de los planetas del Sistema Solar».

Tres cuentos que se unen en una sola historia sobre el escenario en una producción para la que Títeres sin cabeza ha contado con la dirección de Mariano Lasheras (Zootropo Teatro). «Ha sido muy importante porque aparte de una tradición de muchos años en el teatro en diferentes cargos de la compañía, tiene mucha base de tradición oral y para nosotros era muy importante ese punto porque la divulgación tiene mucho de eso». Porque para Alicia Juárez, «lo más complicado de esta creación», ha sido, «introducir datos científicos, no es una charla de divulgación científica ni mucho menos pero quería que hubiese una base científica y que, a raíz de ahí, jugásemos y atrajésemos al público, que despertáramos su curiosidad».

A pesar de todas las dificultades que no se le escapan a nadie, Títeres sin cabeza ha decidido estrenar este nuevo trabajo ya... «En realidad, nos lanzamos porque ya no nos queda otra», explica Juárez antes de continuar: «Queríamos haber estrenado en abril pero no pudo ser, en verano parecía que iba a ser pero se nos vino abajo. Es la tercera vez que intentamos estrenar y en esta ya no hay marcha atrás. Nos los hemos tomado como con los lanzamientos de los cohetes que todo el mundo se piensa que salen a la primera y no es así. ¡Como esto mismo!», afirma risueña la titiritera.

La pandemia ha llegado en el año en el que la compañía celebra su décimo aniversario, una cifra nada desdeñable en un sector como el escénico: «Son muchísimos, yo no creía que íbamos a llegar a tanto… Empezamos en la cola de la anterior crisis, en el 2010, y, obviamente, no pensábamos aguantar tanto pero ahora si me dices que si voy a aguantar diez años más, tampoco me lo creo...», asegura la artista, que tiene claro que ha sido una década de satisfacciones: «Nos sentimos muy afortunados de poder hacer esto porque aunque nos ha costado nuestro esfuerzo y trabajo, es cierto que todo tiene que correr a favor para que funciones y somos muy afortunados de haber podido llegar hasta aquí», concluye.