El Palacio de Congresos se convirtió ayer durante dos horas en una frenética pista de baile con el estreno del musical Dirty Dancing, que estará en Zaragoza hasta el próximo 19 de noviembre. El estreno, que hizo las delicias de los fans de la película, estrenada ya hace 30 años, gozó ayer de una afluencia masiva a la que este espectáculo, que ya lleva más de 300 actuaciones a lo largo de la geografía española, está más que acostumbrado tras aglutinar en España más de 300.000 espectadores.

Al ritmo de The time of my life, los 26 bailarines que conforman el espectáculo desfilaron por el escenario a un ritmo frenético, realizando múltiples cambios de vestuario en periodos de apenas diez segundos, y manejando una potente escenografía articulada sobre plataformas móviles, lo que permitió que los cambios de escena fuesen prácticamente instantáneos, haciendo así que las dos horas de musical pasasen rápidamente sin perder en ningún momento el ritmo del espectáculo y dejando al público exultante en sus butacas.

Aunque sin duda, los grandes protagonistas de este espectáculo fueron Eva Conde y Christian Sánchez, bailarines intérpretes de los personajes protagonistas: Baby Houseman y Johnny Castle, interpretados en la película original por Jennifer Grey y Patrick Swayze. Fueron ellos los encargados de realizar el popular Paso del ángel que hizo en su día a la película famosa en todo el mundo, un paso del que confesaron, les costó «más de dos meses» poder realizarlo correctamente sin caídas.

«Los ensayos han supuesto un esfuerzo físico extenuante, son dos horas sin parar en los que estamos continuamente en el escenario» comentó Conde, que asimismo quiso destacar el trabajo de sus compañeros y compañeras de reparto sin los cuales «realizar todos los cambios de vestuario sería imposible». Por otro lado, Sánchez aseveró que el resultado que se pudo ver ayer en el Palacio de Congresos es el fruto de «muchísimas horas de trabajo» en las que poco a poco han conseguido «afianzar los pasos y cumplir los tiempos». «Al principio la presión alrededor del Paso del ángel era enorme. ‘Esto tiene que salir bien si o si’ decían, y la verdad es que al principio no parecía posible que ese paso fuese a salir todos los días. Cada vez que levantaba a Eva tres centímetros más arriba o más abajo marcaban la diferencia. Sin embargo, con el tiempo se aprenden pequeños trucos, se aprende que es un paso que tiene que ver más con el equilibrio y la compenetración entre los bailarines que con la fuerza, y hoy en día conseguimos salvar el paso ocurra lo que ocurra» comentó Sánchez, que probó su experiencia anoche realizando un espectáculo impecable.

RETOS Y DESAFÍOS

Asimismo, los artistas comentaron, al margen del Paso del ángel, otros de los retos más importantes a los que se enfrentaron durante los primeros ensayos del espectáculo. «En mi caso, me costó mucho adaptarme al lenguaje teatral, ya que yo he trabajado sobre todo en televisión y cuesta adaptar tu estilo para que mediante la expresividad te vean igual los espectadores de la primera y la última fila» comentó Sánchez. Por otro lado, Conde explicó que lo más complicado para ella había sido «fingir que no sabía bailar». «Mi personaje, Baby Houseman, no sabe bailar al principio del música, pero yo sí que sé bailar, fue complicado» comentó la artista.

El musical permanecerá en el Palacio de Congresos hasta el próximo 19 de noviembre, y el precio de una entrada es de 35 euros.